Publicado: mayo 30, 2020, 11:45 am
Con la crisis del COVID-19, han surgido nuevas propuestas de valor en el mercado. Las medidas de confinamiento y de sanidad han evitado la movilidad de las personas y esto ha impactado en la forma de vivir, comprar y trabajar.
Los hábitos de consumo antes, durante y después de la crisis serán completamente distintos e irán transformándose a medida que se desarrolla la pandemia, así lo demuestra el índice EY del futuro del consumidor, un estudio desarrollado a nivel global.
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Entender las características que definen al consumidor en cada etapa será una labor fundamental para que las empresas y compañías puedan adaptarse al cambio y garantizar la continuidad de sus negocios.
Según el estudio, el cambio en el consumidor ya venía efectuándose desde hace algunos años, la diferencia es que con la crisis sanitaria se ha dado a una velocidad inesperada.
Alrededor del 33% de los consumidores hará una reevaluación de las cosas que más valora y el 25% pondrá más atención a lo que consume y el impacto que esto tiene en el planeta. Por estos dos motivos, en esta primera etapa de la crisis, el consumo en el sector de la moda bajó sustancialmente, mientras que el de los productos de necesidades básicas ha aumentado.
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En esta primera etapa de la crisis, el estudio reveló que existen cuatro segmentos de comportamiento en los consumidores:
- 27% que está recortando gastos
- 11% que prefiere quedarse en casa y pedir a domicilio
- 35% que guardan sus recursos y lo que compran lo hacen con el fin de almacenar pues les preocupa los efectos que la pandemia pueda causar a largo plazo
- 26% que no han cambiado sus hábitos de consumo a causa del COVID-19.
De acuerdo con la encuesta, el segmento que más cambios ha sufrido en el consumo corresponde a quienes recortan gastos, la mayoría mayores de 45 años de edad, ya que es una parte de la población que se ha visto afectada en términos de empleo, pues el trabajo del 25% de ellos fue suspendido de manera temporal o permanente.
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Por esta razón, el 78% del segmento ha disminuido sus compras y el 64% gasta únicamente en lo indispensable. Para quienes recortan gastos, la marca no es primordial a la hora de tomar la decisión de compra, mientras que para el 46% del segmento de los que hibernan la marca sigue siendo un criterio clave a la hora de comprar.
