La edición número 33 de la Feria Internacional del Libro sufrió la que podría ser la más grande transformación en su historia; el espacio, que anualmente reunía miles de visitantes durante 15 días debió convertirse en digital.
Esto representó un verdaderos reto para los productores y comercializadores de libros y textos del país ya que, durante la feria, se garantizan el 25% de las ventas. Solamente en la edición de 21019 se lograron vender más de 900.000 libros.
Este año, los organizadores de la Feria, en su versión número 33, esperaban 600.000 visitantes y ventas por 27.000 millones de pesos. Pero todo esto se vio interrumpido por el Coronavirus y el aislamiento preventivo obligatorio.
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Pero Sandra Pulido, directora de la Feria, aseguró que: «nos lanzaron a la piscina pero decidimos nadar y tener nuestra feria de forma virtual».
Para los que quieran asistir, se realizarán 4 eventos en vivo virtuales a través de streaming del portal de la feria feriadellibro.com.
La agenda de la Filbo había iniciado con los clubes de lectura, a estos se suman una serie de foros y eventos que suman unos 100 organizados directamente por la feria y otros más de 100 organizados por los expositores.
Para particiupar de los eventos, solo deberán agendarse en la página web en la agenda así como comprar títulos en la vitrina virtual.
La directora asegura que si bien es un reto es también una oportunidad para llegar a más espectadores que anteriormente no asistían.
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