Publicado: abril 2, 2021, 10:45 am
Cuando Estados Unidos estornuda, el mundo se resfría, dice un popular refrán que hoy cobra más vigencia que nunca, a pesar del creciente protagonismo geopolítico de China en el mundo.
Con las tasas de los bonos del Tesoro de EE.UU. alcanzando niveles no vistos desde antes de la pandemia, por la eventual aparición de presiones inflacionarias, generadas por la reactivación económica más fuerte de lo anticipado y las buenas condiciones de liquidez en el mercado mundial, se están presentando pérdidas generalizadas en los títulos de deuda de la mayoría de países, entre ellos Colombia.
¿Resultado? Una fuerte desvalorización en el precio de los títulos de deuda soberana y corporativa y en los portafolios de inversiones. “Para el caso de los TES emitidos por el Gobierno colombiano, en promedio el movimiento de toda la curva superó los 50 puntos básicos (0,5%) en marzo, lo que se ha reflejado en movimientos en la deuda corporativa, tanto en tasa fija como tasa indexada, afectando la rentabilidad de los portafolios en general”, explica un análisis de la comisionista Scotia Securities.
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De hecho, tal como lo revela un análisis de Corficolombiana, el aumento en las tasas de las subastas de deuda que realiza el Ministerio de Hacienda ha sido hasta de 100 puntos básicos (1%) respecto a las de inicio de año.
“Las referencias de bonos tasa fija presentan las mayores pérdidas, mientras que los títulos en UVR se desvalorizan en menor proporción ante las expectativas de mayor inflación”.
Adicionalmente, las desvalorizaciones en las últimas semanas de las tasas de los Tesoros han impulsado una reacomodación del portafolio de los inversionistas a nivel global, incrementando su apetito por dólar y generando una devaluación del peso de 6,9% en lo corrido del año.
Es por ello que si usted revisa el saldo de sus cesantías o el de su fondo de pensiones, descubrirá que con toda seguridad tiene menos recursos que hace un par de meses. Lo propio ocurre con los Fondos de Inversión Colectiva, un mecanismo cada vez más utilizado por los colombianos, que cuentan con capacidad de ahorro, a pesar de la pandemia y la recesión.
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En Europa se han visto pérdidas generalizadas en los títulos de deuda, lo que ha llevado al BCE a ampliar su intervención en los mercados, agrega el citado análisis. Por su parte, en algunos Emergentes, por la mayor incertidumbre y expectativas de una inflación persistente, tres bancos centrales (Brasil, Rusia, Turquía) incrementaron sus tasas de referencia, lo que ha llevado a una volatilidad generalizada en los activos financieros y una desaceleración de los flujos de fondos a este grupo de países.
En Colombia, un factor adicional generador de incertidumbre es la inminente presentación del proyecto de reforma tributaria al Congreso, de cuya aprobación dependerá que el país mantenga el grado de inversión.
El año pasado, cuando comenzó la pandemia, se presentaron aumentos incluso mayores en los títulos de deuda del Gobierno colombiano, aunque en ese momento el Banco de la República intervino en el mercado adquiriendo dichos papeles, lo que ayudó a reducir sus tasas y a valorizarlos nuevamente, un movimiento que ejecutaron la mayoría de los bancos centrales en el mundo.
Aunque nadie tiene la bola de cristal para anticipar una corrección o una agudización del fenómeno ( el rendimiento de la deuda de EE.UU a 10 años subió más de 80 puntos básicos en el primer trimestre, volviendo a los niveles anteriores a la pandemia, en el mayor aumento trimestral desde finales de 2016), los analistas sostienen que es probable que la volatilidad no desaparezca en el corto plazo.
Por ello, sugieren que, en un contexto de alta volatilidad y rentabilidades erráticas, lo mejor es tomar la situación con la mayor cautela posible y recomiendan contactar a su asesor financiero para que, atendiendo a su perfil de riesgo y las condiciones del mercado, le brinde una asesoría adecuada y oportuna.
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