Fue en marzo cuando la realidad que conocíamos hasta ahora cambió y tuvimos que dar prioridad a cosas que en su momento pasábamos por alto. Era tiempo de empezar a cuidar nuestra salud y a quienes nos rodean; también a ser más responsables con nuestras finanzas personales y familiares.
La prioridad para todos es la salud, pero dos meses después empieza a generarnos preocupación el empleo, las finanzas y la economía en general. Pero realmente en qué nos ha cambiado, financieramente hablando, esta cuarentena. Fabio Chavarro, gerente corporativo del Grupo Juriscoop, ofrece varias claves.
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1-A ser más previsores.- A muchos de nosotros el confinamiento nos sorprendió sin un buen ahorro. En estos días debe ser primordial aprender que siempre debemos ahorrar o invertir, ya que ese dinero extra se puede convertir en nuestro salvavidas en cualquier momento.
Puede empezar desde ya a ahorrar, por ejemplo lo que antes gastaba en transporte, en salidas a comer o de ocio, viajes, ropa y otros bienes que no siempre necesitamos, ahora puede empezar a guardarlo e ir creando ese fondo de emergencia para cuando sea necesario. “Si por otro lado, ya tenía un ahorro y sus ingresos no se han visto afectados, es un buen momento para pensar en invertir. Busca opciones financieras para que este dinero trabaje para usted y siga aumentando día a día”.
2-Ahora ya nos sentamos a hacer un buen presupuesto.- Antes no veíamos necesario saber exactamente cuáles eran nuestros gastos e ingresos. Más o menos manejábamos el sueldo en función de los gastos grandes, como arriendo o hipoteca, servicios, transporte, mercado y cuota de los créditos. Pero seguro que siempre dejaban por fuera los gastos hormiga, como almorzar en restaurantes, los snacks y cafés en el horario de oficina, algún que otro caprichito innecesario, las salidas, entre otros. Gastos que sin duda afectaban a nuestro bolsillo, llegando incluso muchas veces a dejarnos sin dinero antes de fin de mes.
Sin embargo, el presupuesto se ha convertido en un gran aliado para conocer con exactitud en qué gastamos y con qué plata contamos para pasar el mes, pudiendo decidir donde recortar y apretarnos el cinturón.
3-Empezamos a conocer y a usar todas las opciones de canales digitales que tiene nuestra entidad financiera.- El encierro obligatorio no nos dejó más opción que hacer uso de la tecnología para pagos online, transferencias y solicitudes que antes se hacían de manera presencial en las oficinas. Para nosotros como entidad financiera y cooperativa también ha sido un desafío, pues además de las opciones que ya teníamos disponibles para facilitar la vida de clientes y asociados, tuvimos que aumentar la infraestructura tecnológica y apoyar a todos en cómo se usan estos medios electrónicos. Y es que hay que reconocer que estos canales son muy útiles, rápidos y fáciles de usar.
4-A controlar los gastos.- Como bien sabemos las prioridades cambiaron totalmente, y si antes no concebíamos no salir un fin de semana o necesitar esa prenda de ropa que habíamos visto en nuestro almacén favorito, ahora nos preocupamos por el bienestar de la familia y que todas las necesidades básicas estén cubiertas, echando mano de la imaginación para compartir, sin necesidad de tanto gasto. Por el momento hemos dicho adiós a los caprichos innecesarios y gustos.
En definitiva, en una crisis como esta siempre debemos aprender lecciones y aprovechar oportunidades, ya sean como las que se mencionan aquí, de seguir aprendiendo día a día, o para organizar nuestro futuro de la mejor manera posible. Lo más importante es continuar trabajando duro día a día y siendo previsores para que a nuestros seres queridos no les falte nada.