Con una participación del 68% en el PIB, el consumo es el principal motor de la economía desde el punto de vista de la demanda; por ello, las expectativas juegan un rol fundamental en las decisiones de compra de todo tipo de bienes: desde un televisor hasta una vivienda.
En una situación inédita como la actual cuarentena, no sorprende que la confianza del consumidor se haya derrumbado en abril y que las proyecciones económicas oscilen entre una caída del -2 hasta el -8% en el PIB.
Según Fedesarrollo, en abril el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) registró un balance de -41,3%, lo que representa una disminución de 17,5 puntos porcentuales (pps) frente al mes anterior.
Se trata del resultado más bajo del índice desde que se realiza su medición (noviembre de 2001).
La disminución en la confianza de los consumidores frente al mes pasado obedeció principalmente a una caída de 33,2 pps en el Índice de Condiciones Económicas y en menor medida a una reducción de 7,0 pps en el Índice de Expectativas del Consumidor.
Al comparar los resultados de abril de 2020 con los del primer trimestre de 2020, se observa una disminución en la valoración de los consumidores sobre la situación de sus hogares y una reducción en la disposición de los consumidores a comprar bienes durables.
En abril, el ICC disminuyó en las cinco ciudades encuestadas frente al mes anterior. A su vez, la confianza de los consumidores disminuyó en todos los estratos con respecto al mes pasado.
Frente al mes anterior, la disposición a comprar vivienda y la disposición a comprar vehículo disminuyeron.