Por Marco Antonio Suárez Gutiérrez *
Los temas ambientales no pueden ser ajenos a la situación actual que vive un país como Colombia, lo ambiental es transversal a todas las situaciones o problemas que se presentan en una ciudad o región, y por ello en esta columna planteo un decálogo de la sostenibilidad hacia donde debemos enfilar las baterías las organizaciones del Estado, los empresarios y la sociedad en general para buscar una Agenda Mínima de Sostenibilidad.
- Protección, restauración y conservación de fuentes hídricas: ríos, nacimientos, rondas hídricas, humedales y páramos. Primero para garantizar el agua para consumo humano y segundo para las actividades productivas de diferentes sectores económicos, se debe impulsar con fuerza el aislamiento y restauración de las franjas de protección de los nacimientos y rondas de ríos y quebradas, delimitación y restauración de humedales naturales, así como Ia protección de reservorios de aguas subterráneas. Solo en el Valle del Cauca hay un acuífero que tiene una reserva de más de 40.000 millones de metros cúbicos, equivalentes a 44 embalses de Salvajina.
- Manejo integral de residuos y consumo sostenible. Es fundamental el aprovechamiento de residuos orgánicos, reúso, reciclaje de cartón, papel, vidrio y plástico, disposición y manejo adecuado de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, así como el fortalecimiento y apoyo a empresas comunitarias de reciclaje. Actualmente, en Colombia menos del 15% de los materiales son reincorporados al ciclo productivo, mientras que la mayor parte se confina en rellenos sanitarios. Hay que impulsar en hogares, entidades y empresas, con campañas de cultura de Ia sostenibilidad y actividades relacionadas con Ia disminución en los consumos de agua potable, energía convencional, combustibles fósiles, transporte aéreo y terrestre, plásticos, agroquímicos, papel, icopor, tintas, materiales no biodegradables, aprovechamiento de aguas Iluvias, reúso y reciclaje de materiales.
- Producción agroecológica, producción más limpia, seguridad alimentaria y cumplimiento ambiental en el desarrollo de proyectos y actividades productivas. Se debe cumplir con el estricto monitoreo de calidad de aire, agua, suelos, especies de biodiversidad, antes, durante y después de los proyectos que tienden a afectar Ia oferta de servicios ambientales en una región. Con apoyo a comunidades campesinas y étnicas debemos incentivar Ia producción de alimentos sanos, el autoabastecimiento y la comercialización de alimentos sanos en mercados verdes. Aquí es clave una estrategia como la de los Negocios Verdes, actualmente, tenemos verificados por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible 2581, de esos 332 se dedican al aprovechamiento y a la valorización de residuos. En el Valle del Cauca tenemos cerca de 150 Negocios Verdes verificados por CVC y Minambiente que son un impulso para la economía local, para la salud del ambiente y las comunidades.
- Turismo de Naturaleza. Como estrategia de conocimiento, conservación y uso racional de los recursos naturales y el ambiente en áreas protegidas, generando empleo y fortalecimiento de comunidades vecinas a los proyectos. Colombia es uno de los países con mayor diversidad en el planeta. Es el número uno a nivel mundial en número de especies de fauna y flora por kilómetro cuadrado y existen datos que revelan los privilegios naturales de estas tierras. Con solo el 1% de la superficie de la tierra, Colombia posee el 10% de toda la Biodiversidad.
- Saneamiento. De 1.122 municipios en el país, solo 541 cuentan con sistemas de saneamiento, es decir, que un poco más del 50% vierte sus aguas residuales de forma directa sin ningún tratamiento. Debemos apostarle a la construcción y mantenimiento de infraestructura de acueductos, alcantarillados, sistemas de tratamiento de aguas residuales, PTAR, manejo de lodos, limpieza de canales y acequias, desinfección de instituciones educativas, plazas de mercado, instalaciones hospitalarias, centros culturales y recreativos de alta confluencia.
- Control a la captura y tráfico de especies de flora y fauna. Con programas de manejo y liberación de fauna a sus hábitats, reproducción de especies, corredores de conservación de especies sombrilla, pasos de fauna, viveros de plantas nativas, identificación y preservación de árboles nativos semilleros. A pesar de las cuarentenas que generó la pandemia del Coronavirus, el tráfico ilegal de especies animales silvestres no se detuvo y más de 13.000 animales fueron rescatados y atendidos por las Corporaciones Autónomas Regionales de Colombia durante el 2020.
- Movilidad sostenible. Según datos del Departamento Nacional de Planeación en ciudades como Bogotá, Medellín y Cali, cada año se movilizan en promedio 4.5 millones pasajeros en transporte masivo e integrado. Sumado a esto se estima que 8.7 millones de viajes se realizan en transporte particular, taxis y motos, mientras que tan sólo 1.04 millones de estos viajes se realizan en bicicleta, lo que pone de manifiesto la necesidad de seguir impulsando la movilidad activa principalmente. Debemos incentivar el uso de la bicicleta, los sistemas masivos eléctricos o a gas, campañas de vehículo compartido, ciclovías, políticas de reducción de tráfico, incentivas al uso de transporte de los colegios en lugar de vehículos particulares, entre otros aspectos.
- Infraestructura sostenible con uso de ecomateriales, diseños de bajo impacto ambiental. Con planes de manejo y restauración del ambiente, pasos de fauna, beneficios compartidos e inversión social a comunidades del área de influencia de los proyectos. Impulso a proyectos empresariales y de infraestructura pública, proyectos comunitarios, zonas aisladas de redes de energía convencional.
- Recuperación de parques y espacios públicos con zonas verdes, bosques urbanos. Impulsar diseños paisajísticos, espacios para actividades de diferentes grupos poblacionales, multiestrato social, aptos para deportes, recreación y sano esparcimiento.
- Fortalecimiento a la gobernanza. Entendida como las acciones coordinadas entre el estado y los actores sociales e institucionales, trabajando unidos, en propósitos comunes por la sustentabilidad ambiental del territorio.
Para cada línea estratégica deben formularse y ejecutarse los proyectos que más coherencia tengan respecto a las necesidades de cada subregión y sector, para llevarlos a cabo con recursos propios o con recursos de cooperación, buscando alianzas y sinergias con participación pública, privada y social. El reto es gigante y al momento de superarse esta crisis y reactivarse el tren de Ia economía, no debe pasarse por alto la sostenibilidad social y ambiental del país y Ia región.
* Abogado con más de 20 años de experiencia en el sector público y privado, con especialización y maestría en Derecho Administrativo y especialista en Derecho Ambiental. Vinculado a la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca, CVC, desde el año 2015, en diferentes cargos, actualmente es su Director General.