Francia recuerda el décimo aniversario de las matanzas del 13 de noviembre de 2015 con majestuosa solemnidad y medias policiales y militares excepcionales, ante el riesgo de nuevos atentados islamistas.Las ceremonias comenzaron a las 11.30 de la mañana de este jueves, ante … el Estadio nacional de Saint-Denis, el gran estadio futbolístico nacional, presididas por el presidente Emmanuel Macron, acompañado de su primer ministro, Sébastien Lecornu, el ex presidente François Hollande, la presidenta de la Asamblea Nacional, Yaël Braun-Pivet, y numerosos ministros y ex ministros.
La cúpula política del Estado guardó silencio, dejando la palabra a la hija de Manuel Colaco Dias, la primera de las víctimas del 13 N: «Desde aquel día, hay un vacío que nada puede llenar. Ante ese dolor, inmenso, estamos en pie. Nuestra memoria es preciosa. Y debemos transmitirla a las futuras generaciones». Con esas palabras se colocaba una placa de recuerdo de la tragedia, en la puerta principal del Estadio de Francia.
Macron y el resto de los representantes del Estado guardaron silencio. El presidente de la República hará un balance final de la jornada a última hora de la tarde, tras las ceremonias que seguirán en el resto de los lugares víctimas de la matanza del 13-D: los bares «Carillon» y «Petit Cambodge», la «brasserie» «Bone Bière», los bares «Comptoir Voltaire» y «Belle Équipe», la salta de fiestas «Bataclan», entre las 14.30 y las 15.30.
Jardín en memoria del 13-N
Horas más tarde, hacia las seis de la tarde, Emmanuel Macron y la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, presidirán la gran ceremonia final, inaugurando un jardín público en la plaza de Saint-Germain.
En todas las ceremonias de recuerdo e instalación de placas conmemorativas estaban presentes algunas familias de las víctimas de la tragedia.
Antes, durante y después de cada ceremonia continúan muy presentes los recuerdos de las amenazas islamistas, siempre inquietantes y bien actuales.
Laurent Nuñez, ministro del Interior, recordó un «detalle» alarmante: «Durante los diez primeros meses de este año, los servicios de seguridad consiguieron detener a los terroristas que proyectaban seis atentados». Poco menos de un proyecto de atentado por mes.
Nicolas Lerner, el comandante en jefe de la Direction générale de la Sécurité extérieure (DGSE, responsable del espionaje y contraespionaje nacional), declaraba horas antes del inicio de las conmemoraciones: «La amenaza islamista está en plena mutación, pero es siempre muy elevada». Agregando: «El ataque terrorista de Hamas contra Israel, el 7 de octubre del 2023, ha incrementado de manera significativa las amenazas islamistas contra Francia, que tiene la comunidad musulmana más importante de Europa».
Más allá de sus palmarias dimensiones políticas y criminales, el recuerdo de las matanzas del 13-D también tiene dimensiones espirituales de un carácter esencial para la Nación.
A la caída de la tarde de este jueves, las campanas de la catedral de Notre-Dame y todas las iglesias de Francia comenzarán a repicar, en recuerdo de las víctimas, reafirmando la unidad nacional más profunda ante un drama colectivo. Monseñor Laurent Ulrich, arzobispo de París, subraya esa dimensión especial de la celebración: «Con la Torre Eiffel iluminada con los colores de la bandera nacional, las campanas de las iglesias de París sonarán, unidas, en el recuerdo de nuestra identidad y solidaridad en el dolor y la tragedia».