El sábado pasado, mientras la Alcaldesa de Bogotá, Claudia López, decía que la ciudad debe prepararse para regresar a una cuarentena estricta, el presidente Iván Duque, en un programa emitido por Facebook, afirmó: “si es necesario imponer medidas más drásticas, lo haremos”.
Pero ayer domingo, Duque aclaró cualquier duda. “Los colombianos no podemos caer en el derrotismo de decir que no hemos sido los suficientemente juiciosos y que entonces la única alternativa tiene que ser encerrarnos; no. Tenemos que aprender a convivir con el virus y ganarle”.
En una nueva intervención, recalcó que “tenemos muchas más alternativas en nuestra disciplina y en nuestra cultura ciudadana que sencillamente quedarnos en el discurso de encerrarnos hasta que aparezca una vacuna”.
Evitando un enfrentamiento con López, aseguró que nadie es culpable de una pandemia global e instó a los gobernantes locales a trabajar en equipo.
“Aquí no se trata de buscar culpables. La ciudadanía no es culpable de una pandemia, los gobiernos no son culpables de la pandemia. Ni el Gobierno Nacional ni las gobernaciones ni las alcaldías. Todos la estamos enfrentando. Y nuestra responsabilidad es obrar como equipo. Y por eso estamos todos para apoyarnos”
A pesar del aumento de los casos, la propuesta de López tuvo poca acogida, por el enorme impacto que tendría sobre una economía que, a pesar de la reactivación de más de 186.000 empresas de todos los tamaños, se contraerá este año entre 5,5% (la estimación ‘optimista’ del Gobierno) y 7,8%, según el FMI.
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Con una economía sumida en una brutal recesión y un escaso margen de maniobra del Gobierno para aumentar el gasto (bien sea por falta de audacia o por exceso de disciplina, como dicen los críticos), un endurecimiento del aislamiento correría el riesgo de convertirse en un saludo a la bandera.
Al justificar su propuesta, López dijo: “el crecimiento del número de casos no es culpa de los ciudadanos sino producto de la reapertura. El mejor uso del tapabocas solo puede bajar la velocidad de contagio, ni el volumen del contagio que se produce por la reapertura”.
“La pandemia crece a una velocidad mucho mayor que la de esa entrega parcial de ventiladores UCI. Debemos ajustarnos a lo que realmente tenemos. El martes le mostramos todos los datos sobre porqué la necesidad de otra cuarentena”.
Pero la respuesta del Ministro de Salud, Fernando Ruiz, no tardó en llegar.
Alcaldesa @ClaudiaLopez desde @MinSaludCol hemos cumplido cada compromiso en entrega de ventiladores a Bogotá. Como quedamos en nuestro comité asesor revisemos situación Bogotá y cuente con todo nuestro apoyo. @MinSaludCol @infopresidencia pic.twitter.com/QCcEpdMkrZ
— Fernando Ruiz (@Fruizgomez) June 28, 2020
En la polémica terció Mauricio Santamaría, presidente del centro de investigaciones ANIF.
“A menos que el gobierno nacional nos entregue las UCI al ritmo que requerimos, Bogotá volverá a cuarentena estricta”. Esto dice la alcaldesa en rueda de prensa. Creo que la verdad es que no ve la hora de volver al aislamiento sin ninguna discusión y sin importar consecuencias.
— Mauricio Santamaría (@MSantamariaS) June 28, 2020
Emel Rojas, Concejal de Bogotá, citó las palabras del Secretario de Hacienda, Juan Mauricio Ramírez, quien en un debate dijo que «abrir la economía y volver a cerrarla como lo propuso la Alcaldesa sería desastroso para el aparato productivo, que debíamos evitar volver a un confinamiento intenso».
Hace 10 días el Secretario de Hacienda le dijo Concejo que abrir la economía y volver a cerrarla como lo propuso hoy la Alcaldesa @ClaudiaLopez sería desastroso para el aparato productivo, que debíamos evitar volver a un confinamiento intenso.
Necesitamos alternativas nuevas. pic.twitter.com/MpaUJXwFdW
— Emel Rojas (@EmelRojasC) June 28, 2020
Entre las críticas a la Alcaldesa la principal es que, aunque la ciudad ha cumplido con las ayudas sociales prometidas, se raja en la ampliación del número de UCI y pruebas.
Pese a la dificultad de conseguir ventiladores y reactivos en los mercados internacionales, al comienzo de la cuarentena López dijo que la ciudad requeriría 4.000 UCI para enfrentar la crisis en mayo, una cifra que fue reducida a la 2.000 y con una nueva fecha: 25 de junio.
Y aunque tal como dice la Alcaldesa, el MinSalud se había comprometido a entregar a Bogotá 1.000 ventiladores, la idea planteada era hacerlo entre junio y agosto, tal como ya ocurrió con el primer lote y reiteró Ruiz. Es decir, no necesariamente en junio, cuando se cumplía la fecha del anuncio de López.
“El rezago de Bogotá le cuesta al país”, explicó ANIF en un análisis, en el que critica la gestión de López. “Bogotá se debe cambiar de estrategia, pues el costo del aislamiento es elevado y la Administración Distrital tiene el reto de no dejarse tentar a seguir “pateando” el pico epidemiológico hacia adelante, lo cual solamente empeorará los problemas en el futuro”.