La pandemia del Covid-19 agitó como nunca los sistemas financieros, de salud, laborales y hasta políticos alrededor del mundo, pero, sobre todo, expuso en alto relieve uno de los principales retos que enfrenta el planeta: la inequidad social. Y precisamente, una labor que da en el blanco de esta problemática es la desarrollada por las cajas de compensación familiar en Colombia, las cuales contribuyen a reducir las brechas sociales, impactando a cerca de 19.5 millones de personas, entre trabajadores afiliados y sus familias, quienes en su mayoría devengan menos de 1.5 salarios mínimos, concentrando de esta manera su gestión en la población más vulnerable, además de extender su labor a comunidades no afiliadas.
Hablamos con Margarita Ánez Sampedro, directora de la Unidad de Bienestar y Desarrollo Social de Compensar, una de las cajas más jóvenes del país, acerca de la gestión desarrollada por la entidad durante la pandemia, el proceso de adaptación de sus diferentes servicios para continuar llevando bienestar a las empresas, los trabajadores y la comunidad en general, y los principales desafíos de cara al futuro.
¿Cómo aporta una organización como Compensar a la reconstrucción del tejido social y empresarial del país?
De muchas formas. Las cajas de compensación hemos sido relevantes en dicho sentido desde nuestra creación, en el caso de Compensar hace más de 42 años, convirtiéndonos en el brazo social de los empresarios al desempeñar un rol determinante en el mejoramiento de la calidad de vida de los trabajadores colombianos y sus familias; aportando con ello a la productividad empresarial, la equidad social y la movilidad económica. Y hoy más que nunca, el país necesita trabajar bajo este esquema de redes colaborativas, uniendo esfuerzos para lograr un frente común que contribuya a revertir los efectos causados por la pandemia.
Así mismo, contribuimos adaptándonos rápidamente a las cambiantes dinámicas del entorno. Nosotros tenemos el reto de llegar a múltiples poblaciones con diversas necesidades y solo poniendo a las personas en el centro y entendiéndolas en su integralidad podemos ayudarlas, por eso con la llegada de la pandemia, lo primero que hicimos fue digitalizar nuestra oferta de servicios. Pero por supuesto, sabemos que no todo puede ser digital y por eso con la reapertura también estamos reactivando nuestra participación en diferentes sectores. De igual manera, sumado a las diferentes acciones que desarrollamos de manera permanente como parte de nuestro objetivo social y a las iniciativas que pusimos en marcha desde el inicio de la emergencia sanitaria, nuestro Consejo Directivo aprobó una redistribución de recursos para nuevos programas alineados con las actuales realidades, dirigidos a las empresas afiliadas que se han visto más afectadas por la situación, con foco en sus trabajadores de menores ingresos con lo que hemos impactado a más de 3.500 empresas y alrededor de 600.000 trabajadores y familias.
“Trabajamos para acompañar a las personas en su proyecto de vida por medio de un amplio portafolio de soluciones de bienestar, dotándolas de capacidades para que puedan transformarse positivamente”.
Compensar participa en sectores que se vieron altamente impactados por la pandemia como el turismo, los eventos, la recreación y el deporte. ¿Cómo ha sido el proceso de reactivación de dichos servicios y qué estrategias han implementado para movilizarlos?
Dentro de este contexto, creamos una oferta online de más de 1.700 cursos y actividades para todos los gustos y edades, trasladamos las ferias presenciales a ferias virtuales, concentrando en ellas toda la oferta de beneficios de Compensar, diseñamos experiencias en línea para acompañar a las familias en el proceso de compra y entrega de sus viviendas, diseñamos nuevas formas de relacionarnos con las empresas, logrando mayor presencia y cercanía, entre otras acciones. Además, cuando empezó la segunda fase de reactivación presencial les ofrecimos a los afiliados la posibilidad de viajar, descansar y recrearse de manera segura en nuestros hoteles, los cuales reabrimos la última semana de octubre del año pasado y desde entonces el aforo limitado ha estado copado gracias a la confianza de los visitantes.
Ustedes son reconocidos operadores de programas sociales de alto impacto como el de alimentación escolar en colegios del distrito o en Jardines Sociales. ¿Qué estrategias implementaron para seguir atendiendo a los niños y jóvenes beneficiarios de estos programas y cómo avanzarán ahora con el regreso a la presencialidad o con la alternancia?
Para dar respuesta a la coyuntura, ajustamos nuestro modelo de operación, apalancados en la amplia red de comercios aliados con los que contamos, facilitando la dispersión y canje de un promedio mensual de 700.000 bonos alimentarios, además, hicimos extensivo el modelo de canastas alimentarias a los estudiantes de Instituciones Educativas Rurales. Sumado a ello, fortalecimos el componente educativo del programa con herramientas pedagógicas dirigidas a estudiantes y familias. Cabe destacar también que logramos garantizar el empleo de 1.600 mujeres, en su mayoría cabezas de familia, que desempeñaban sus labores en los comedores escolares. Adicionalmente, los docentes han recibido formación permanente en el desarrollo de nuevas metodologías de enseñanza, para continuar favoreciendo el desarrollo de los niños a los que impactamos, pero por supuesto que no ha sido un proceso fácil, dadas las realidades de la población. En los últimos meses hemos venido avanzando en algunos pilotos de alternancia para la reactivación normal del programa.
El empleo y la generación de oportunidades, en especial para mujeres y jóvenes, son grandes retos del país en este momento. ¿Cómo aporta Compensar en estos aspectos?
En primera instancia, en medio de la situación originada por la pandemia, mantuvimos la estabilidad laboral de todos nuestros colaboradores directos, desarrollamos diversas estrategias de reconversión laboral con quienes vieron disminuida su carga debido a los cierres y hemos creado más de 700 puestos en respuesta a las necesidades que han surgido en el área de la salud.
Por otro lado, en medio de la crisis, nuestra Agencia de Empleo y Emprendimiento, redobló su capacidad adaptando todos los servicios a la modalidad virtual y desarrollando nuevos canales de atención para acompañar a los cesantes en el fortalecimiento de sus competencias y en la búsqueda de empleo. La agencia tiene también programas específicos para mujeres y jóvenes, como por ejemplo uno que adelantamos en alianza con Amazon para fortalecer las capacidades digitales que tanto requiere el mercado laboral. Asimismo, participamos constantemente en mesas de trabajo con la Alcaldía Mayor de Bogotá, sumando nuestra experiencia en diversos programas que contribuyen a la generación de empleo. Adicional a ello, a través de rutas de atención especializadas, contribuimos a la inclusión de personas con discapacidad, desmovilizados del conflicto armado en Colombia, población civil afectada por la violencia y migrantes.
Cada vez la población envejece más y como lo mostró la pandemia, dicha población es más vulnerable. ¿Cómo ven ustedes esta situación y qué programas o acciones desarrollan para las personas mayores?
Esta siempre ha sido una de las poblaciones con mayor foco en nuestra gestión y por ello hemos creado un plan estratégico llamado Persona Mayor, precisamente para proteger y velar por su calidad de vida, por medio de un modelo donde se equilibra la salud y el bienestar.
En línea con ese propósito, rediseñamos algunos de nuestros programas, trasladándolos a la modalidad virtual, con una completa oferta que incluye actividades, cursos y eventos. De igual forma, en materia de salud, Compensar promueve permanentemente el mejoramiento de la calidad de vida de las personas mayores a través de programas de atención integral en los que interviene una completa red de profesionales Sumado a ello, nos encontramos construyendo tres grandes centros para dicha población en Fusa, en Bogotá y en el Centro Comercial Centro Mayor, que se suman a las sedes que ya tenemos en donde les ofrecemos actividades diversas para que permanezcan activos y felices.
¿Cuáles han sido las herramientas que dentro de su rol de mujer líder ha utilizado para que las áreas a su cargo se mantengan vivas y la gente siga aprovechando los servicios y beneficios de Compensar?
En Compensar hay un equilibrio y un complemento valioso entre lo masculino y lo femenino en el equipo de trabajo. La calidez, la cercanía, la exigencia y sentir que el líder está ahí presente y respondiendo a los retos, hacen que se genere la confianza necesaria para que nuestro equipo funcione.
En este difícil año, ¿cuál ha sido su mayor preocupación o miedo, cómo lo afrontó, y cuál fue su principal aprendizaje?
Durante la pandemia, mi principal preocupación ha sido justamente la salud, pues se evidenció que sin salud no hay nada y que todos los seres humanos somos vulnerables sin distinción de género, estrato o edad. Por otra parte, me ha sorprendido la capacidad de lucha, de entrega, de aprender de los errores y el coraje que ha demostrado la humanidad en estos tiempos. También, la confianza de la gente en nosotros, hasta el punto, por ejemplo, de adquirir una vivienda, el mayor proyecto de muchos, mediante un proceso virtual. Esa confianza nos hace comprometernos cada vez más con la prestación de un mejor servicio. Y, por último, el mayor aprendizaje ha sido la humildad. Entender que todos somos vulnerables, sin poder hacer mucho al respecto y a la vez darnos cuenta de que hay otras cosas menores que tienen remedio.
Compensar se define como una plataforma de soluciones de bienestar integral. En términos muy sencillos ¿eso qué significa y cómo beneficia a las personas y a la sociedad?
En Compensar concebimos la persona particular e integralmente, con el fin de identificar su momento de vida, los retos que afronta, sus proyectos a futuro, y, en torno a ello tejer una serie de soluciones que la doten de capacidades para hacerlos realidad. Para ello disponemos nuestra oferta de servicios propia y la de nuestros aliados. Nosotros podemos otorgarles a las personas la vivienda que necesitan, la educación, la salud, la recreación y ayudarles a organizar sus finanzas, por ejemplo, y todo ello sumado contribuye a su bienestar integral. Entonces, por eso lo que buscamos es articular cada vez más la salud con el bienestar y, nuestro sello de fortalecimiento en beneficio de la sociedad es contribuir en la formación de mejores seres humanos.