El ministro de Hacienda y Crédito Público, Alberto Carrasquilla Barrera, presentó el Plan Financiero para 2021 y el cierre fiscal preliminar de 2020, que contiene una proyección de las principales variables económicas.
A pesar de que la pandemia constituye el mayor choque macroeconómico y fiscal que ha enfrentado Colombia, con una contracción del 6,8%, Carrasquilla reiteró el compromiso del Gobierno con un ajuste fiscal de mediano plazo, para lo cual presentará al Congreso un proyecto de reforma tributaria con el fin de incrementar el recaudo en al menos 1,5 puntos porcentuales del PIB ($15 billones).
Aunque algunos críticos han calificado como tímida la respuesta del Gobierno a la crisis, el funcionario sostuvo que no había tenido precedentes, ya que destinó recursos para la atención en salud, transferencias monetarias extraordinarias para la población más vulnerable y subsidios a las nóminas.
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Por lo anterior, el déficit fiscal de 2020 se ubicó en 7,8% del PIB, como consecuencia de la reducción en los ingresos, debido a la menor actividad económica, y al incremento en los gastos.
Para 2021, la prolongación de la pandemia, más allá de lo previsto, ha implicado la extensión de los programas de gasto para mitigar sus impactos, agregó.
Por ello, Carrasquilla subrayó que el Gobierno puso en marcha un plan de reactivación económica, con un alto componente de incremento en la inversión pública para 2021, por lo cual se proyecta que el déficit fiscal se ubicará en 8,6% del PIB, y que la deuda bruta del Gobierno Nacional Central (GNC) permanezca alrededor de 65% del PIB (ver gráfico abajo).
La siguiente tabla recoge las principales proyecciones del Gobierno para la economía en 2021 y las compara con las del Marco Fiscal de Mediano Plazo de 2020 (las proyectadas y las observadas finalmente).
Sin embargo, la proyección del balance fiscal y el endeudamiento público para 2021 tiene un grado de incertidumbre mayor al usual, relacionado con las posibles contingencias que pueden afectar el escenario.
Hay 3 principales elementos que pueden generar desviaciones en las metas fiscales, frente a lo proyectado:
• La evolución de la pandemia: Un tercer pico de contagios de COVID-19, o una extensión de la pandemia de forma sustancial en el segundo semestre del año afectaría la actividad económica, y de esta forma los ingresos fiscales.
• La dinámica de la demanda externa: Cambios en la demanda por parte de nuestros socios comerciales afectaría el dinamismo de las cuentas externas y la actividad económica nacional.
• La recuperación del mercado laboral: El ritmo de recuperación de la generación de empleo será determinante sobre la recuperación de la economía, y sobre las finanzas del sistema de seguridad social.