A comienzos de año, Bloomberg reveló que el Gobierno estaba considerando la posibilidad de vender su participación (51.4%) en Interconexión Eléctrica SA, ISA, que a precios de mercado le representaría unos USD 4.200 millones, y que los principales interesados eran varias empresas públicas.
“La Administración del presidente Duque ha identificado en las desinversiones una fuente potencial de ingresos para reducir a 7,6% del PIB del déficit fiscal que en 2020 aumentó hasta el 8,9% del PIB por los gastos para hacer frente a la pandemia, y tratar de evitar que el país pierda el grado de inversión”, subrayaba el artículo.
Pero, consciente de que vender ISA a un inversionista privado es complicado en un año preelectoral, en el que el Gobierno tiene, además, el reto de sacar del Congreso una reforma tributaria que le permita recaudar entre 1 y 2 puntos del PIB (es decir, entre $10 y $20 billones), el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, ya había insinuado que no privatizaría lo que llamó activos “estratégicos”.
En cambio, una venta entre empresas públicas podría ayudar a cumplir ambos criterios. La enajenación enviaría un mensaje claro a las calificadoras de riesgo: el Gobierno está comprometido a cumplir sus metas fiscales y le permitiría recaudar una suma importante de recursos.
Lea además: Minhacienda presentará reforma tributaria al Congreso antes de marzo de 2021
Pero, ¿por qué el interés en ISA? La multilatina es líder en el continente con posiciones significativas en la transmisión de electricidad en Colombia, Brasil, Chile y Perú, entre otros países, y cuenta con resultados financieros sobresalientes y un plan de crecimiento robusto en los próximos años. También es reconocida por ser “carbono neutral” en varias de sus operaciones y cuenta con talento humano y elevados estándares de Gobierno Corporativo.
“Es un negocio de yo con yo”, dijo un analista del mercado, ya que Ecopetrol es el principal interesado y su contraparte sería el Grupo de Energía Bogotá. Ambas compañías han fijado como norte estratégico el desarrollo de energías limpias y avanzar en el proceso de descarbonización.
Le puede interesar: Colombia realizará tercera subasta de energías renovables en 2021
La jugada de Ecopetrol
Al anunciar una oferta no vinculante por el 51,4% de las acciones de ISA la petrolera estatal ratificó la decisión de avanzar en su transformación para ser una empresa integral de energía.
“Esta decisión responde a la estrategia que busca fortalecer su liderazgo en la cadena de los hidrocarburos en el continente americano, al tiempo que acelera su transición energética con un ambicioso plan de reducción de emisiones, crecimiento en fuentes renovables, mayor producción de gas natural y participación en otros campos de la energía, incluida el de la transmisión, todo apalancado en la transformación digital y en la convergencia tecnológica”.
La transacción se realizaría a través de un contrato interadministrativo entre Ecopetrol y el Ministerio de Hacienda y Crédito Público. Para hacer esta inversión no es necesario realizar una Oferta Pública de Adquisición (OPA) a los accionistas de ISA, en la medida en que la Nación continuaría siendo el beneficiario real de las acciones de ISA y mantendría el control último sobre las mismas.
“Esta adquisición significaría un hito en la historia de Ecopetrol que nos fortalecería en el sector energético nacional e internacional y nos permitiría acelerar la transición energética en la que estamos comprometidos. Sería el nacimiento de un conglomerado más fuerte, más resiliente y con mayor capacidad para crecer en la nueva era de la energía limpia”, explicó Felipe Bayón, presidente de Ecopetrol.
De llegar a un acuerdo entre las partes, el cierre de esta transacción estará sujeto a la realización de una debida diligencia detallada, así como a la emisión y colocación de acciones por parte de Ecopetrol, previa obtención de las autorizaciones requeridas.
El interés del GEB
El año pasado, al intervenir en un foro sobre “sostenibilidad energética”, Juan Ricardo Ortega, presidente del Grupo Energía Bogotá, GEB, destacó la necesidad de avanzar en el proceso de descarbonización.
Para ello propuso aumentar los impuestos al carbono, que son muy bajos, que Colombia se fije como meta ser carbono neutro para el 2.035 y otorgar más incentivos para la movilidad sostenible y para los vehículos eléctricos.
Ortega resaltó el interés en desarrollar una apuesta por el hidrógeno verde, al considerarlo fundamental para aprovechar el gran potencial que tienen algunas regiones de Colombia, como la Costa Atlántica, y particularmente el departamento de La Guajira, que puede convertirse en un hub energético del país.
Con más de 120 años de historia, el GEB es una multilatina líder en transmisión y distribución de energía eléctrica y en transporte y distribución de gas natural en Colombia, Perú, Brasil y Guatemala.
En Colombia, con Transmisión desarrolla proyectos de energía eléctrica. Con TGI es número 1 en transporte de gas natural con más de 4.000 kilómetros de gasoductos. Además, tiene participación, en Codensa, Emgesa, Vanti y Promigas.
En Perú es líder en distribución de gas natural con sus empresas Cálidda y Contugas. Con ISA REP e ISA Transmantaro, donde tiene una participación del 40%, es líder en transmisión de energía eléctrica, y además tiene participación en el mercado de distribución de energía eléctrica con Electrodunas.
En Brasil, con Gebbras, está asociado con Furnas y tiene 1.100 kilómetros de líneas de transmisión, y duplicó su participación con ARGO en alianza con Red Eléctrica Internacional. En Guatemala, es número 1 en transmisión de energía eléctrica con Trecsa y EEBIS.