Publicado: abril 6, 2021, 5:00 pm
Superintendencia Financiera informó que más de 14 millones de colombianos tienen al menos una tarjeta de crédito en el país. Sin embargo, 13 de cada 100 usuarios tienen sus “plásticos” en mora y congelados debido a la crisis económica causada por la emergencia sanitaria del Covid-19.
De acuerdo con un análisis de Insolvencia Colombia, basado en una muestra de 500 personas de las más de 1.300 que acudieron a la firma durante el último año de la pandemia, más del 76 % de los consultados tienen problemas financieros asociados a los malos hábitos de uso de sus tarjetas, entre los que predominan comprar gasolina, mercado y pagar servicios de un solo uso a varias cuotas.
El informe también encontró que 6 de cada 10 personas que tienen problemas de pago con sus tarjetas de crédito son hombres, mientras que la edad promedio de quienes no han podido cumplir con sus obligaciones financieras está entre los 45 y 50 años.
Ante esto, es necesario hacer un plan para reducir el valor de los pagos mensuales. Por ejemplo, si la persona tiene una calificación crediticia aceptable, puede buscar la entidad financiera que le compre la cartera. Además, es recomendable tener una sola tarjeta de crédito para casos de emergencia debido a que más de una requiere de liquidez. En el caso de que necesite dinero, lo mejor es acceder a un crédito de consumo donde la tasa de interés es mucho menor.
“Si no es suficiente con la reducción de la tasa de interés y la ampliación de plazo utilizando una compra de cartera, sería importante comenzar a priorizar el pago de algunos créditos y otros postergarlos. Si persisten los problemas ya habría que usar un mecanismo legal como el Programa de Alivio a Deudores, la circular 026 de la Superfinanciera, o acogerse a la Ley de Insolvencia, la cual le permite tener una segunda oportunidad financiera”, afirma Luis Benítez, director de la firma.
Finalmente, es recomendable no usar la tarjeta de crédito para hacer pagos de consumos inmediatos como el mercado, la gasolina o servicios públicos, porque no es adecuado continuar pagando un servicio mucho tiempo después de haberlo adquirido, con la suma de intereses que, entre más tiempo, puede costar incluso el doble.
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