Publicado: junio 12, 2017, 10:35 am
Si hiciéramos un sondeo pequeño, entre amigos y conocidos, muy seguramente nueve de cada diez encuestados se atrevería a corear el ritmo pegajoso de Despacito. “Que le enseñes a mi boca, tus lugares favoritos” es actualmente lo que corean colombianos, mexicanos, estadounidenses, rusos, japoneses, italianos y habitantes del globo terráqueo, en general.
El cantante de pop Luis Fonsi, recordado por algunos temas de balada pop como Yo no me doy por vencido, decidió, literalmente, no darse por vencido en el mundo musical e incursionó en el género de moda: El reggaetón.
Y para darle vida a esa fusión pop-reggaetón, que ya venía siendo tendencia gracias a Enrique Iglesias y su composición Bailando, en la que estuvo acompañado del grupo Gente de Zona, Fonsi se unió con uno de los exponentes más importantes del género urbano: Daddy Yankee.
Conocido por la famosa Gasolina, en 2004, Daddy Yankee y Luis Fonsi trabajaron por meses en Puerto Rico y de allí nació Despacito, una canción que fusiona el ritmo caribeño de la playa con la lírica del pop en un ambiente muy propio del verano.
Y el verano se contagió en Estados Unidos del fenómeno mundial y ahora es la canción de habla hispana más escuchada en Estados Unidos después de la Macarena, de la agrupación Los Del Río, en 1996.
Y la ola ‘Despacito’ no paró ahí. Durante su visita a Colombia, el cantante canadiense Justin Bieber, uno de los más influyentes en épocas de Millennials y Cenntenials, conoció Despacito tras una noche de rumba. El efecto dominó llegó y, en menos de una semana, se contactó con el manager de Fonsi para hacer Despacito remix, en el que el cantante se arriesga a cantar en español el coro del tema musical mientras que le imprime su sello en inglés.
Rápidamente, el remix superó las expectativas de sus fanáticos, tanto de Fonsi como de Bieber y, a la fecha, ya supera los dos billones de reproducciones en Youtube. Por su parte, la canción original tiene más de un billón de visitas.
Hoy en día, el hit del verano se ha mantenido en los primeros lugares de las emisoras por más de 17 semanas y en más de una docena de países entre los que se incluyen Rusia, que aunque los rusos pueden ni entender lo que se dice, se atreven a corear despacito, deja que te diga cosas al oído.
Pero más allá de Despacito, la música latina está escalando los listados musicales y no parece querer detenerse. Y los artistas de habla inglesa cada vez están más interesados en cruzar llamadas y mensajes con los latinos y animarse a darle el sí a la fusión musical de moda.
Se puede destacar entre estos alcances lo que ha hecho el regetonero colombiano J Balvin. José Osorio, como es su nombre de pila, es uno de los artistas más cotizados por el momento; ganador de múltiples premios entre ellos el artista del año en los Miau Awards, entre otros reconocimientos, ha seducido a grandes exponentes de la música estadounidense.
Vale la pena destacar la canción Safari, realizada con el reconocido rapero Pharell Williams. La canción, que mezcla español con inglés y tiene ritmos propios de las marimbas del pacífico colombiano tiene más de 500 millones de reproducciones y posicionó al artista colombiano en el mercado internacional.
Ahora empieza a sonar una nueva colaboración, esta vez con el grupo de electrónica Major Lazer, que aunque con timidez toca las puertas de las emisoras y los fanáticos del género, promete convertirse en otro hit del artista colombiano.
El poco y el reggaetón parecen no querer competir más y buscan, por el contrario, unirse más que nunca. Una de las exponentes más reconocida del pop es Shakira. Pero hace unos meses sorprendió a los fanáticos con Chantaje, el hit de las discotecas que hizo junto con el cantante urbano Maluma.
Romper barreras musicales, raciales, de género y de idioma es el reto de los músicos latinos que se imponen en el mundo con sus canciones y los artistas ya tocan las puertas de los ritmos latinoamericanos para fusionar y poner a bailar al mundo entero.
