Publicado: julio 15, 2021, 5:12 pm
Por Mateo Mendoza *
Con la tendencia creciente del mercado de incluir en las estrategias corporativas y grandes proyectos de inversión el cumplimiento de los principios ESG (environmental, social and governance) y, de paso, aportar al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), bancos y financiadores en el mundo se están convirtiendo en apalancadores de esas iniciativas a través de créditos sostenibles.
Sin embargo, la inclusión de estos factores en el portafolio del sector financiero no sólo tiene implicaciones reputacionales. También es importante dinamizar el crecimiento de dicha cartera para que bancos y fondos puedan seguirse fondeando en el mercado, captando recursos de inversionistas locales e internacionales que han incluido en sus procesos de toma de decisiones de inversión, la evaluación de factores ESG.
De hecho, la Circular 007 de 2021 de la Superintendencia Financiera exige a las aseguradoras y administradoras de pensiones y cesantías la evaluación de dichos factores en sus procesos de inversión.
El crecimiento de los créditos sostenibles en el mercado internacional ha sido significativo en los últimos años. Su auge se debe a que no es necesario que los recursos se destinen a proyectos verdes que generen impactos ambientales positivos, sino que casi cualquier deudor puede acceder a ellos siempre que se tenga la disposición de cumplir Key Performance Indicators (KPIs) que se acuerden en la respectiva documentación. Esto ha permitido que incluso los recursos puedan ser utilizados para financiar el capital de trabajo de deudores, ya sea en créditos a término o incluso en créditos rotativos.
El sector financiero colombiano ha concentrado sus esfuerzos en dinamizar su cartera de créditos verdes que, a diferencia de los créditos sostenibles, sí exigen que los recursos se destinen a proyectos verdes, reduciendo así las opciones de originación para bancos y fondos.
Los créditos sostenibles, por su parte, pueden incluir Objetivos de Desempeño Sostenible no ambientales, siempre que sean ambiciosos y representativos para el deudor, tales como el número de mujeres que participa en los órganos de administración o incluso la reducción de accidentes de trabajo.
En este orden de ideas es importante crear un entendimiento generalizado de cómo instrumentar la inclusión de factores ESG en los créditos sostenibles. La documentación de créditos sostenibles en el mercado internacional contempla incentivos para el deudor que consisten en una reducción del margen aplicable, sin disparar eventos de incumplimiento. Esto resulta muy atractivo para los deudores porque su incumplimiento no conlleva la aceleración de los créditos. Poder apalancarse en la experiencia del mercado internacional resulta útil para reducir costos transaccionales y para mantener el acceso a dicho mercado.
* Socio-fundador de Mendoza Abogados
