Según Fedesarrollo, el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) registró un balance de -32,7%, en julio, lo que representa un incremento de 0,4 puntos porcentuales (pps) frente al mes anterior.
En una economía que se contrae y que ha perdido más de 4,5 millones de empleos, la buena noticia es que la disposición a comprar vivienda aumentó en dos de las cinco ciudades analizadas y la disposición a comprar bienes muebles y electrodomésticos aumentó en tres de las cinco ciudades frente a junio.
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De acuerdo con la investigación, la confianza de los consumidores aumentó en el nivel socioeconómico bajo, así como en dos de las cinco ciudades analizadas frente a junio de 2020.
Con un peso de casi un 70% en la economía, el consumo es su principal motor. Por ello, es importante que la confianza de los consumidores haya aumentado en el nivel socioeconómico bajo, así como en dos de las cinco ciudades analizadas frente a junio.
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