Publicado: octubre 31, 2019, 3:43 am
Actualmente el Ministerio de Comercio con la asesoría del Comité de Prácticas Comerciales, adelanta la fase final de la investigación para determinar la imposición de medidas compensatorias definitivas a la importación de etanol de los Estados Unidos. En el marco de dicha investigación, el pasado 8 de mayo, en una decisión sin precedentes en la historia comercial de Colombia, se estableció el pago de derechos compensatorios de 9,36% sobre las importaciones de etanol de EEUU, a pesar de que, Fedebiocombustibles, había solicitado un derecho del 22,6%, equivalente a los subsidios otorgados en ese país. La medida del 9,36% estuvo vigente hasta el 8 de septiembre pasado
La medida impuesta demostró ser insuficiente, pues entre mayo y julio del 2019, parte del período en el que estuvo vigente, las importaciones de etanol de Estados Unidos aumentaron 65% con respecto al mismo periodo del 2018, según cifras de la DIAN. Pese a que la decisión definitiva se conocerá durante el último trimestre del año 2019, es evidente que estas primeras medidas no solo no respondieron a la necesidad de equilibrar el mercado para que la industria nacional pudiera competir en igualdad de condiciones frente a los importadores, sino que refleja la gravedad de la situación para la industria del etanol nacional.
A lo anterior, se suma que están en juego los miles de empleos generados en regiones del país como Cauca, Valle, Risaralda y Meta, así como el desarrollo económico de estas poblaciones, la diversificación de la canasta energética de Colombia y mil millones de dólares invertidos por las destilerías del país, incluyendo a Ecopetrol por medio de su planta BioEnergy, inaugurada en Puerto López en el año 2017. Según Fedesarrollo, la agroindustria de la caña representa el 3.7% del PIB agrícola nacional mientras que en departamentos como Valle del Cauca y Cauca esa cifra llega al 30% y 20% respectivamente.
Según Jorge Bendeck, presidente de Fedebiocombustibles “Buscando generar unas condiciones comerciales equitativas, y garantizar el futuro de la industria de bioetanol nacional, le hemos solicitado al Gobierno Nacional la imposición de medidas compensatorias al bioetanol de maíz de los Estados Unidos. No queremos que se prohíban las importaciones, solo exigimos que se den las condiciones para competir en igualdad de condiciones y no con un producto altamente subsidiado que distorsiona el mercado local”.
Como consecuencia de los subsidios que reciben los productores, los Estados Unidos pasaron de producir 6 mil millones de litros de bioetanol en 2006 a 60 mil millones de litros en 2018, transformándose en el mayor productor y exportador de este biocombustible en el mundo. De manera paralela, Colombia se convirtió en uno de los destinos de estos excedentes, a pesar de que, el país no es un mercado significativo para dicha economía ya que solo representa el 0.3% de su producción.
Mientras que en el año 2016 Estados Unidos exportó 18 millones de litros de bioetanol a Colombia, en 2018 esa cifra alcanzó los 178 millones. Entre enero y julio de 2019 la cifra va en 162 millones de litros, prácticamente todo lo que ingresó en el año 2018. En la actualidad cuatro de cada diez litros de etanol que se consumen en el país son importados desde Estados Unidos, industria que tan solo en el 2017 y según una investigación realizada por la firma norteamericana de abogados Hughes, Hubbard & Reed, recibió por medio de subsidios federales y estatales más de 6.400 millos de dólares.
La difícil situación ha puesto en riesgo buena parte de los 286 mil empleos generados por la agroindustria de la caña entre directos e indirectos
