Publicado: junio 17, 2019, 10:05 am
La última vez que la vía Bogotá-Villavicencio apareció en titulares nacionales por su estado crítico a causa largos cierres por derrumbes fue en agosto de 2018, cuando alcanzó 25 puntos críticos y, en tan solo un mes, presentó 20 cierres preventivos, afectando diferentes sectores económicos del país, y logrando pérdidas de hasta 50.000 millones de pesos diarios durante los días continuos de cierre total.
Ahora, en la última semana, las fuertes lluvias han vuelto a hacer de las suyas causando graves derrumbes que han mantenido la vía cerrada. Vale destacar que esta es una de las más importantes en transporte de carga y de las más concurridas en tránsito de vehículos particulares.
El debate sobre esta vía es que en tres décadas de trabajo se ha invertido más de 8 billones de pesos en túneles y puentes y al parecer esto no ha sido suficiente para garantizar la seguridad y comunicación del centro del país con los Llanos Orientales.
¿Qué pasa y cuál es el plan del gobierno?
Desde hace varias semanas, por efecto de la intensidad del invierno, se vienen produciendo derrumbes que han bloqueado la vía con cierre indefinido. Unos galpones de pollos construidos en la parte alta de la montaña, en el kilómetro 58 de la vía, serían el origen de los desprendimientos de tierra.
De acuerdo con el Ministerio de Transporte, estas construcciones interrumpieron el flujo natural de las aguas lluvia, lo que cargó la montaña y ocasionó los deslizamientos. Esta situación está generando incertidumbre y sobrecostos a productores y transportadores.
Es un tema muy sensible por tratarse de la tercera zona del país con más lluvias. Allí se presentan frecuentes reacomodos de fallas tectónicas de la cordillera Oriental, una deforestación sin control, una potrerización que implica usar la capa vegetal como alimento para el ganado, así como técnicas inadecuadas de cultivo con surcos mal trazados.
El Ministerio de Transporte anunció esta semana que se invertirá más de 120.000 millones de pesos para desarrollar las obras que buscan darle una solución a los problemas que continúan presentándose en el kilómetro 58 de la vía Bogotá-Villavicencio, donde por ahora, se ha presentado la caída de material por una inestabilidad de la meseta y fallas geológicas.
Según el Viceministro de Infraestructura, Manuel Felipe Gutiérrez, le ejecución de estas obras hace parte de la solución integral que fue anunciada hace dos semanas por el Ministerio de Transporte.
Por su parte la Asociación Nacional de Empresarios, ANDI, asegura que los cierres de la vía al Llano generan pérdidas diarias de unos $4.000 millones, con graves afectaciones a la competitividad regional. En el sector transporte, son igualmente graves las pérdidas a raíz de la disminución de flujos vehiculares que oscila entre el 65% y 90%, según COVIANDES.
Al parecer desde 2007 la crítica situación en la carretera Bogotá – Villavicencio había sido advertida cuando se hizo un estudio sobre la vulnerabilidad de los terrenos, así lo aseguró el gerente general del concesionario Coviandes, Alberto Mariño Samper, quien recordó que en 2013 se volvió a recordar el problema, pero solo en 2018, se comenzó a mirar con seriedad el tema.
