Publicado: julio 31, 2017, 11:50 am
“La economía del país presenta síntomas de desaceleración y la industria textil–confección no es ajena a esta coyuntura”.
Las palabras de Carlos Eduardo Botero, presidente de Inexmoda, recogen muy bien el sentimiento de los empresarios colombianos, preocupados por la disminución de la demanda y el deterioro de las expectativas de los consumidores.
A pesar de que este año acudieron 13.000 compradores a la más importante vitrina comercial y creativa de la industria, Colombiamoda, las expectativas de negocios -US$179 millones- se redujeron en un 55% frente el monto de 2016 (US$399 millones).
“Estamos ajustando las velas para llegar al puerto de destino, así haya un poco de turbulencia”, admitió gráficamente el presidente Juan Manuel Santos, si bien hizo un llamado a los empresarios a mirar el futuro con optimismo.
Pero la realidad es terca, y lo cierto es que si bien este año un mayor porcentaje de visitantes manifestó su intención de compra, también bajó su ticket promedio a la mitad, lo que demuestra que fueron más cautelosos a la hora de invertir.
“La desaceleración del sector obedece a factores estructurales y coyunturales”, explica un análisis del centro de investigaciones Anif, que para este año proyecta caídas del 1,1% y 4,1%, en textiles y confecciones.
“Estructuralmente, persisten los lastres de competitividad (“costo- país”) que afectan las exportaciones industriales del sector. Coyunturalmente, han jugado en contra la desaceleración de la economía y la caída en la confianza del consumidor hacia niveles históricamente negativos”.
Pero si hay un sector que está tratando de tomar el “toro por los cachos”, es la cadena textil-confección. Y aunque no hay una fórmula mágica para resolver los lastres de competitividad del país, en Inexmoda consideran la tecnología está llamada a jugar un rol fundamental en la reinvención de la cadena.
“La industria, y el mundo en general, están pasando por un momento de incertidumbre, cambios y expectativas. Un mundo en el cual las organizaciones deben actualizarse y adaptarse para sobrevivir y competir”, explica Luz Adriana Naranjo, directora de Transformación Estratégica de Inexmoda.
En una coyuntura desafiante, en el gremio se han puesto como meta contribuir al desarrollo de una visión estratégica para que aparezcan los próximos Arturo Calle, Studio F y Leonisa, es decir, empresas innovadoras, sostenibles, rentables y competitivas. El punto de partida son los cinco cambios del negocio de la moda en la actualidad: estructuración de modelo de negocio, retail, tecnología, sostenibilidad y personalización.
La buena noticia es que cada vez hay más empresas que se están embarcando en esta ola de cambio e innovación. Un ejemplo es el de Sophie Douer, directora creativa y co-fundadora de Seven Seven y Patprimo, quien en una conferencia destacó la importancia de adaptarse a un mundo que empodera más y más a los clientes, reconociendo que ninguno de ellos es igual.
Adicionalmente resaltó cambios importantes en la industria como la omnicanaidad y la comunicación directa con el cliente, especialmente en redes sociales, haciendo énfasis en la data y análisis de la respuesta rápida.
Por su parte, Rubén Valencia, gerente de Confecciones Laura S.A., explicó que la clave del éxito de esa firma es que cuenta con toda la cadena articulada, siendo el aporte humano lo destacado, porque, según el empresario, “las personas son quienes llevan al éxito o al fracaso a una compañía, son quienes en realidad agregan valor y logran un margen de ganancia”.
