Aunque la cadena de la moda en el país presenta algunas señales de recuperación en el primer eslabón (textiles), que podrían extinguirse ante el regreso de la TRM por debajo de los $3.000/dólar, estas se pierden completamente cuando se habla de confecciones y su comercialización.
La desaceleración de la economía colombiana que afecta la dinámica del consumo de los hogares; las presiones inflacionarias; y la caída en la confianza del consumidor hacia niveles históricamente negativos, ha llevado a que el consumo de los colombianos sea más cauteloso en materia de gastos en bienes no esenciales como las prendas de vestir en el arranque de 2017, desincentivando su producción.
El sector textil (hilatura, tejeduría y el acabado de productos textiles) ha tenido una leve mejoría pese a que sigue presentando contracciones en su producción industrial. En efecto, la producción de este sector cayó al -1.4% en el acumulado en doce meses a marzo de 2017, manteniéndose en el plano negativo, pero mejorando frente a las contracciones del -2.2% de un año atrás, según la Encuesta Mensual Manufacturera del Dane.
Por su parte, las ventas industriales sí pasaron al plano positivo, al crecer levemente (0.4% en el acumulado anual a marzo de 2017) vs. el -2% de un año atrás. Este sector, que tuvo que afrontar fuertes revaluaciones y competencia desleal (vía contrabando) en el pasado, podría ver esfumar su leve recuperación si persisten los muy bajos o nulos niveles de depreciación recientes, ante los efectos indeseados que se derivan de la complacencia de los capitales off-shore que llegan al país.
En cambio, la dinámica del sector de confecciones no fue tan positiva en el último año. La producción industrial del sector se contrajo a tasas del -2.2% en el acumulado en doce meses a marzo de 2017, muy inferior al crecimiento del 8.7% observado un año atrás. De manera similar, las ventas industriales del sector se contrajeron al -3% en el acumulado en doce meses a marzo de 2017 (vs. +6.2% de un año atrás).
Lo anterior describe desempeño de la comercialización de prendas de vestir. En efecto, las ventas minoristas de este sector crecieron solo 1.4% en el acumulado en doce meses a marzo de 2017, cuando un año atrás lo hacían al 7.5%, según la Encuesta de Comercio al por Menor y Comercio de Vehículos del Dane.
Entre los principales factores que podrían amenazar el desempeño del sector durante 2017-2018 aparecen: la débil recuperación de la economía colombiana (creciendo solo 2.2% en 2017 y 2.8% en 2018); y el aumento en la tarifa general del IVA del 16% al 19%, el cual aplica a productos como las prendas de vestir.
Así, en el corto plazo, de acuerdo con Anif, pese a las medidas arancelarias, la cadena de la moda seguirá afectada principalmente por la desaceleración de la economía. Sin embargo, esto podría ser parcialmente contrarrestado por las favorables oportunidades de negocios derivadas de ferias como el Bogotá Fashion Week, Colombiamoda y Colombiatex, esta última, en su más reciente edición cerró negocios por cerca de US$326 millones (+4% frente a la feria de 2016), con una participación de 21.924 visitantes entre compradores y expositores.