Hoy existen más de 250 millones de adultos latinoamericanos con sobrepeso, Brasil (54%), México (64%), Colombia (57%) y Argentina (62%) están presentes en el top 25 de países del mundo con este problema, con altas tasas de crecimiento en los últimos años y preocupantes niveles de enfermedades cardiovasculares, diabetes y obesidad infantil.
De acuerdo con Nielsen y su reporte “La Revolución de los Alimentos”, los consumidores latinoamericanos están cada vez más preocupados por los problemas de salud y buscan alimentos locales, frescos y orgánicos (84% de los colombianos consultados lo hace). Ya no están dispuestos a tomar una actitud pasiva frente a la compra de alimentos, en donde la conveniencia solía ser el principal impulsor.
Esto coincide con el análisis de Euromonitor International el cual asegura que en 2017, los consumidores demandarán más que nunca de productos, servicios y marcas relacionadas con bienestar y utilizarán herramientas digitales para articular y satisfacer sus necesidades.
Las mayores exigencias están relacionadas con:
- Etiquetado más claro de sus ingredientes
- Información nutricional para ayudarles a tomar decisiones más saludables
- Productos que promuevan beneficios para la salud.
¿Qué han hecho los países?
México y Chile ya han implementado impuestos a los productos con alto contenido calórico y por su parte, Colombia ya ha tenido en sus mesas de debate este tipo de iniciativas, lo que hace altamente probable que otros países de la región los sigan.
Las empresas que busquen proactivamente, formas de mejorar los beneficios saludables de sus productos y sean capaces de ver la tormenta que se aproxima para aquellos productos que se identifiquen con alto contenido calórico, están un paso adelante y lograrán potencializar sus ventas en los años venideros.
Medidas a tomar
De acuerdo con el estudio de Nielsen, las iniciativas de salud forman parte de las prioridades de algunas corporaciones, pero otras tendrán que considerar cambios en cuatro áreas clave:
- Reducir el tamaño del embalaje y comunicar que los productos solo deben consumirse ocasionalmente o como un tratamiento.
- Reducir el contenido de ingredientes altamente calóricos en los productos de su actual portafolio.
- Diversificar su portafolio más allá de los productos tradicionales de alto contenido calórico, ya sea por medio de la innovación o la compra de empresas de productos saludables y centrando la publicidad y el apoyo en ofertas a productos con bajo contenido calórico.
- Luchar por la causa redirigiendo la estrategia de la compañía para centrarse en el uso de alimentos como medicina preventiva para los problemas de salud, creando productos funcionales o fortificados, que ayudan en la prevención de la obesidad y las enfermedades crónicas.
Fuentes: Nielsen, Euromonitor.