Publicado: marzo 21, 2021, 5:18 pm
Aunque los tapabocas ayudan a prevenir la propagación del coronavirus y otras enfermedades, y el ‘enmascaramiento masivo’ llegó para quedarse, la contaminación que generan está a punto de convertirse en problema, similar al de la contaminación que generan los envases y botellas de plástico.
Según un estudio de dos investigadores de la Universidad del Sur de Dinamarca y la Universidad de Princeton, cada mes se están usando en el mundo 129.000 millones de tapabocas (o 3 millones cada minuto), la mayoría son desechables y están hechas de microfibras de plástico.
Y aunque han autoridadades recomiendan su destrucción una vez han cumplido con su función, los expertos dicen que existe una creciente evidencia de que están siendo eliminadas en forma inapropiada, por lo cual es urgente reconocer su potencial amenaza ambiental y evitar que se conviertan en el próximo problema de plástico.
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Antes de la pandemia, cada año se producían en el mundo más de 300 millones de toneladas de plásticos y la mayoría terminaban en la naturaleza como desechos. Por su misma naturaleza, el plástico no se puede biodegradar fácilmente sino que se fragmenta en
partículas de plástico más pequeñas, microplásticos y nanoplásticos, que afectan los ecosistemas y muchas veces termina en el mar.
Aunque no hay un informe oficial sobre cuántos tapabocas se desechan, algunos estudios estiman miles de millones están siendo usados mensualmente. China, convertido en el mayor productor, aumentó su producción en un factor de 10 desde marzo de 2020.
La cifra de 129.000 millones de tapabocas se convierte en un dolor de cabeza similar al de las botellas de plástico, cuya producción se estima en 43 mil millones por mes. Sin embargo, a diferencia de los primeros, un 25% de las botellas son recicladas, algo que es imposible con las mascarillas.
Consulte aquí el estudio: https://link.springer.com/content/pdf/10.1007/s11783-021-1413-7.pdf
