Publicado: noviembre 4, 2020, 11:40 am
La pandemia del Covid-19 dejó profundas heridas en la economía mundial, especialmente en Latinoamérica. Por lo tanto, muchas compañías recurrieron a préstamos para pagar su nómina y sacar a flote sus negocios. Sin embargo, a pesar de la etapa de reactivación, varios empresarios aseguran que las deudas generadas por la inactividad económica se han convertido en un verdadero problema.
Ante esta situación, Saúl Kattan, CEO de Kattan Consulting, y Diego Garzón, socio de Azurian Transforma, ofrecen 10 estrategias que le permitirán a los empresarios y a las compañías empezar a saldar los pasivos.
1. Las deudas que se deben pagar primero
Es importante poder iniciar las operaciones sabiendo muy bien cuál es el estado de las deudas y por supuesto de su flujo de caja actual y proyectado a un año. Con esta información, se puede realmente saber con qué dinero cuenta la empresa para poder empezar a pagar deudas.
Las deudas que más impacto generan en la operación deben pagarse primero ya que de lo contrario los ingresos y el flujo de caja de la compañía se verán afectados. Generalmente debemos empezar por pagar la nómina, los servicios públicos y los arriendos.
2. ¿Se deben saldar todas las deudas para luego iniciar operaciones?
Si no se parten operaciones y se generan ingresos va a ser muy difícil pagar las deudas acumuladas del pasado. Debemos empezar a operar, y con lo que va quedando de flujo de caja se deben empezar a pagar las deudas de manera organizada, priorizando en los acreedores de acuerdo a lo explicado anteriormente.
3. ¿Qué pagar primero las deudas más altas o las que impactan directamente el negocio?
La idea es pagar primero las que mayor impacto tienen en la operación del negocio, sin importar el porcentaje que representan. Lo importante es poder poner la empresa a producir, obtener ingresos y así poder cumplir con todas las obligaciones.
4. ¿Vender bienes para pagar deudas?
Vender activos, especialmente improductivos, es una opción importante para pagar proveedores y salvar las empresas. De nada sirve ser dueño de un local comercial si no tenemos inventarios ni personal. Es mejor vender el local y pagar arriendo. Con el capital que queda, volver el negocio productivo si realmente creemos que es sostenible en el largo plazo. Si no creemos que el negocio pueda perdurar en el tiempo, entonces sería mejor liquidarlo y alquilar el local para recibir una renta mensual.
5. ¿Gastarse los ahorros para pagar, esperar a que se reactiven las ventas o adquirir un préstamo?
Los ahorros son muy importantes para sobrevivir a las crisis. Generalmente las empresas que sobreviven son aquellas que han sido juiciosas, organizadas y lograron ahorrar.
«La salud financiera de una empresa depende muchas veces de esto en gran medida», explica el experto.
Tener un flujo de caja actual y proyectado es una prioridad en todo momento. Con esta información en mano se tomará la decisión de cómo utilizar los ahorros o cómo proceder.
6. El principal consejo para negociar pagos a posteriori
La comunicación abierta y constante con los proveedores es lo más importante. Que ellos sepan cuál es la situación y los planes. Si tenemos planes serios, cumplibles, la gran mayoría de proveedores estarán dispuestos a trabajar de la mano con la empresa.
7. ¿Le ofrecieron compra de cartera y unificar todas sus deudas?
Todas son opciones válidas, siempre y cuando, la empresa conozca su flujo de caja y tenga un plan estratégico de mediano y largo plazo. Lo que no se puede tener son ‘palos de ciegos’, ya que al final se vuelve como un castillo de naipes y se va todo al suelo.
8. Conozca los alivios o beneficios que otorga el gobierno
En esta crisis el gobierno ha brindado muchas ayudas a las empresas. Todo parece insuficiente debido al impacto de la pandemia, pero realmente el esfuerzo es enorme. Mucho depende del sector al que pertenece la empresa, pero la idea es tomar ventaja de los créditos para pagar nómina, extensión para pagos de impuestos y subsidios.
9. Régimen de insolvencia ¿es una opción para poder pagar deudas?
La Ley 1116 de 2006 ayuda en la pretensión de reorganizar una empresa, pero debe ser complementada con una visión estratégica que la vuelva sostenible a largo plazo. De nada sirve congelar las acreencias con la ayuda de esta norma, si el negocio no es sostenible estructuralmente.
Este recurso legal es de ‘última instancia’, cuando la empresa se ve ahogada y no se hallan posibilidades de que los acreedores trabajen de la mano para lograr salvar la firma.
10. ¿Qué es lo peor que puede pasar si no paga a tiempo sus deudas?
Indudablemente, los acreedores cuentan con muchos mecanismos legales para recuperar el dinero. Pero, un embargo sería lo peor y generaría muchos problemas operativos, incluso llevar a la empresa a una liquidación.
