Hacia el año 1500 AC, los egipcios inventaron la primera prótesis fabricada con palos y algunas láminas de hierro, siglos después, los investigadores de la Organización Mundial de la Salud presentaron al primera prótesis biónica que se mueve a través de impulsos cerebrales.
Así como las prótesis, los problemas médicos han recurrido a la innovación y la tecnología para solucionarse y poder mejorar la calidad de vida de las personas, logrando una relación estrecha entre los desarrollos tecnológicos y la industria de la salud.
Por ejemplo, especialistas del National Center for Tumor Diseases (NCT) decidieron hace unos años recurrir a la tecnología en la Nube y de procesamiento de información, con el fin de atender a más de 10 mil pacientes con cáncer de seno, quienes individualmente pueden tener hasta mil 200 piezas de data en su registro. La cantidad de información que los médicos de este centro llegan a tener es de hasta 150 mil conjuntos de datos donde se podría agrupar a cierto tipo de pacientes y 3.6 millones de insights, que, manualmente, tomarían semanas en ser analizados.
La inteligencia artificial también ha dedicado gran parte de su investigación al sector de la salud, prueba de ello es Airdoc, un startup de rápido crecimiento en China con una misión global ha creado un sistema impulsado por IA que toma y analiza imágenes fotográficas de la retina en la parte trasera de cada globo ocular.
En este sentido, los aportes tecnológicos van mucho más allá de facilitarle la vida a los profesionales de la salud, sino que también benefician a los pacientes. “El uso de aparatos de rayos X, la evolución de mamógrafos que toman mejores imágenes de los pacientes e incluso los desarrollos como riñones artificiales marcan el futuro de la salud en el mundo y pueden salvar millones de vidas”, afirma Ana Claudia Álvarez, Country Manager de General Electric HealthCare en Colombia.
Por ello, al país han llegado más de un centenar de innovaciones médicas que buscan una apertura en el mercado. “La tecnología accede al país en la medida en que el país así lo quiera, especialmente en el sector de la salud, es necesario eliminar la resistencia errada de los altos costos y pensar en la efectividad que los desarrollos tecnológicos aportará para el mejoramiento de la vida de los pacientes y del sistema de salud del país”, así lo asegura Ana María Vesga, presidenta de la Cámara Farmacéutica de la Andi.
Y es que, de acuerdo con Vesga, el problema está en pensar que solo unos pueden acceder al servicio y otros no. “La salud debe ser para todos por igual y todos deberíamos poder acceder a cualquier sistema, cualquier tecnología. Lo que pasa es que al sistema colombiano le falta progresividad y dejar de pensar en que si no tiene dinero entonces no podrá acceder, sino que se debe invertir para el beneficio de todos”, asegura
A pesar de algunos frenos de carácter legal, en comparación con otros países de la región, Colombia se destaca por el ingreso de sistemas tecnológicos. De acuerdo con datos de General Electric, en promedio las empresas invierten cerca del 10% de sus presupuestos para invertirlos en tecnología para la salud.
Desde evoluciones básicas, como el uso de aplicaciones para tener la historia médica en línea, tanto de una persona como de toda una familia, hasta aplicaciones y software que permiten realizar exámenes de optometría con solo una Tablet como Airdoc, la inserción de los productos tecnológicos pueden estar definiendo entre la vida o la muerte de una persona.