La reforma tributaria, que recién acaba de tener un importante avance en el Congreso, luego de que fuera aprobado su primer debate, sumado a una inflación acumulada del 11,4% (la más alta registrada este siglo) y la incertidumbre que genera una posible recesión, no son las únicas preocupaciones económicas que tienen en riesgo las finanzas de las empresas. Los servicios públicos están por las nubes y solo en septiembre presentaron un incremento promedio global nacional del 27% en entornos corporativos frente al mismo mes del año anterior. Las tarifas que más subieron fueron: alumbrado público, 58%; gas natural 42%; agua 36%; energía 29% y aseo 9%.
Sorprende especialmente el dato del valor de la energía eléctrica, teniendo en cuenta que, aunque no es el servicio más costoso que pagan actualmente las compañías, si es la factura que más pesa en su gasto mensual debido a que es de un 85% (excluyendo plantas de producción). Luego se encuentra alumbrado público, 6%; agua 5% y, por último, aseo y gas, con un peso promedio del 2%, respectivamente sobre el total de los recibos.
Estos datos son el resultado del estudio de más de 50.000 facturas de servicios públicos que recibieron diferentes empresas de todo el país durante septiembre 2022 vs septiembre 2021. Para este trabajo, se estudiaron indicadores relacionados con consumos, valores unitarios, tipología de sitio (local comercial, oficina, tienda, centro de distribución o edificio), ubicación por zonas geográficas y tamaño de lugares, entre las categorías más importantes.
De acuerdo con Alejandro Ramírez, CCO & Co-founder de Energy Master, una startup que gestiona el consumo de energía eléctrica, agua, gas y aseo de las empresas del país, generando ahorros hasta 30% en este tipo de facturas, y quien además desarrolló este análisis, las principales razones que explican el alto incremento en los servicios públicos en entornos corporativos este año tienen dos denominadores en común: la alta inflación y los efectos negativos que generó la pandemia.
“Sin embargo, también se destacan factores como los cobros elevados por inversiones en infraestructura en la tarifa del agua, la indexación del Índice de Precios al Productor (IPP) de contratos no regulados en el servicio de energía y gas y, lo que más nos preocupó, se evidenció en el aumento excesivo en la tarifa de alumbrado público, no solo causado por el elevado precio de la energía, sino en el porcentaje que cobran los municipios, que hoy no tienen ningún control de los entes regulatorios sobre estos impuestos locales, presentándose abusos con cobros hasta 30 veces superiores en unos territorios frente a otros similares”, afirmó Ramírez.
Otro dato que generó preocupación en el análisis, tiene que ver con el alto incremento en el costo de la energía que están pagando las empresas, al comparar el comportamiento de la tarifa en lo corrido de este año frente al 2021.
“El promedio nacional de este servicio se incrementó 24%, pero en algunos casos se presentaron aumentos superiores al 40%”, señaló Ramírez, que agregó que esta coyuntura responde especialmente a la variación del IPP entre el 2 y el 4% mensual, como consecuencia de la inflación y los efectos de la pandemia. “Así mismo, se incrementaron los costos de distribución de energía dentro de las ciudades a raíz de que la CREG autorizó a que por este rubro se pagaran las inversiones que hacen los operadores en el sistema, generándose un aumento superior al 50% en algunas regiones como Antioquia, Tolima, Bogotá y la Costa”.
No obstante, para agravar el asunto, Ramírez añadió que, en algunas otras zonas, como en Atlántico, “los cobros por pérdidas y restricciones han crecido cerca del 60%”.
¿Qué hacer entonces ante este panorama?
De acuerdo con los analistas, hay que implementar estrategias de ahorro que abarquen varios frentes como: reducción de tarifas, de consumos, de tasa de aseo o alumbrado público, evitar penalizaciones y realizar reclamaciones oportunas ante malos cobros.
Precisamente vienen surgiendo varias ideas que, desde la tecnología, buscan dar una respuesta oportuna a esta problemática que se ha presentado a raíz de los elevados costos de los servicios públicos.
En este sentido, vale resaltar una iniciativa que, por medio de robots de software reduce el costo de la anergia eléctrica, el agua, el gas y la tasa de aseo en entornos corporativos.
Se trata de Energy Master, una compañía que diseñó el primer software de inteligencia de negocios que, a través de analítica de datos e inteligencia artificial, permite a las empresas generar ahorros hasta de un 30% en el gasto de sus servicios públicos.
Por medio de su plataforma se aplican robots que leen de manera automática los recibos de energía, agua, gas y aseo, y con machine learning y AI analizan sus datos entregándoles a las empresas información exacta que les ayuda a comparar tarifas, gestionar consumos, conocer alertas tempranas y hacer reclamaciones a las entidades prestadoras de este tipo de servicios cuando se presentan cobros errados. Para destacar, por medio de su tecnología, este emprendimiento ha disminuido, entre otros, la emisión de más de 10.500 toneladas de Co2 al planeta.
Actualmente, como respuesta a la coyuntura que enfrenta el país por los elevados costos de los servicios públicos, especialmente por el incremento al valor de la energía, esta startup ha logrado ahorros de un 10 y 15% en agua, entre un 5 y 20% en energía eléctrica, de 5 a 8% en gas natural y entre 15 y 20% en la tasa de aseo.
Para destacar, tras cinco años de operación, en términos de sostenibilidad, han generado una disminución por más de 10.5 millones de kilogramos de Co2. Esto en energía es más de 85 millones de kilovatios y han ahorrado cerca de 140.000 metros cúbicos de agua.
En capital, también han facilitado ahorros por más de 6 millones de dólares a algunas de las 60 empresas más grandes y reconocidas del sector retail, reduciendo su gasto de energía, agua y aseo principalmente. Hoy la compañía gestiona más 12.000 cuentas en Colombia, representadas en 60 clientes, entre ellos, los bancos del Grupo Aval, las Tiendas D1 y Bavaria. Actualmente se está expandiendo a México, Chile, Argentina y España.