Publicado: marzo 26, 2020, 3:52 pm
Una organización resiliente es aquella que no solo sobrevive a largo plazo, sino que también florece, superando la adversidad. El cambio vertiginoso que hemos afrontado en estos días nos ha llevado a replantear diferentes aspectos en las organizaciones tanto del ser como del hacer. Mucho nos habían hablado del mundo VUCA (sigla que resumen Volatil, incierto, complejo y ambiguo) pero encontrarnos de frente con esta situación de salud pública es asomarnos a lo que significa esto en su mayor dimensión.
Ninguno de nosotros estábamos preparados y ni siquiera lo habíamos visualizado en nuestro horizonte como una posibilidad, por lo tanto una lección aprendida que nos deja esta adversidad es: necesitamos desarrollar rápidamente la capacidad de resiliencia más allá del concepto romántico que puede llegar a encerrar, viendo como llevamos las herramientas necesarias a los equipos para acelerar el desarrollo de su resiliencia entendiendo que esta no es un rasgo inherente al ser humano, sino el fruto de una práctica consistente.
¿Quiere un equipo de alto rendimiento? Primero necesitan aprender a ser resilientes.
No es posible alcanzar la excelencia sin antes poner a prueba la fortaleza emocional, la capacidad de adaptación y la agilidad de respuesta. Para llevar al equipo al siguiente nivel es fundamental aprovechar los momentos de dificultad para que actúen como movilizadores ante el cambio, pero antes debimos haber generado en las personas autoconfianza, empoderamiento y autogestión, elementos que potencian o limitan la respuesta ante la adversidad.
Los equipos resilientes en cifras[1]
- 20% mayor efectividad
- 100% menos agotamiento mental
- 32% más comprometidos
- 46% más satisfechos con su labor
- 50% menos ausentismo
Para poder evidenciar la resiliencia en los equipos es necesario realizar intervenciones en tres momentos claves:
Antes de la adversidad:
- Relaciones de valor
- Seguridad en las propias capacidades y expresión de estas en la cotidianidad.
- Claridad de propósito (articulación del equipo en torno a un fin superior)
- Empoderamiento ante las oportunidades de crecimiento y aporte.
Durante la adversidad:
- Liderazgo consciente (modelar las conductas que queremos contagiar en el equipo)
- Mostrar los desafíos como retos alcanzables
- Activar la capacidad de conexión y red de apoyo dentro de los miembros del equipo
- Fomentar el uso del pensamiento creativo
- Promover el compromiso autentico
Después de la adversidad
- Expresar gratitud por el apoyo recibido
- Revisión de lecciones aprendidas
- Fomento de ambientes resilientes
- Retomar el paso uno antes del hecho adverso
Todos necesitamos aprender a ser resilientes para permanecer vigentes en un mundo en constante transformación.
[1] Serie inteligencia emocional Hardvard Bussines Review Press. Resiliencia.Editorial Reverte. Barcelona 2019
Por: Blanca Mery Sánchez
Directora Mente Sana
