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Momento oscuro para el carbón colombiano

Las bajas en los precios, una caída en la demanda y una menor producción son factores que han impactado a este sector de manera negativa. Unas empresas, más que otras, se han visto afectadas, tal es el caso del Cerrejón que además enfrenta un escenario de incertidumbre frente a la posibilidad de un cierre preventivo de su mina en la Guajira por una demanda de la comunidad .

Publicado: octubre 8, 2019, 6:20 pm

Aunque la cotización del mineral al cierre de la jornada de hoy se ubicó a US$59,9/tonelada, es decir, a un valor mayor que en junio de este año cuando registró un precio promedio de US$43/tonelada, este precio sigue siendo muy inferior al que se había reportado al 31 de diciembre de 2018 que fue de US$86/tonelada.

En cuanto a la producción, el 2018 cerró con 84,3 millones de toneladas, la menor cifra desde 2011. Sin embargo, a finales del año pasado la Asociación Colombiana de Minería había proyectado que la producción de carbón se recuperaría este año hasta llegar a 88 millones de toneladas.

Sin embargo, compañías grandes productoras del mineral como el Cerrejón han proyectado una reducción de 4 millones de toneladas anuales en los próximos cinco años. Adicionalmente, la caída de los precios llevaría a que la empresa reduzca su operación entre un 15 y 18% para finales de 2019.

De acuerdo con cifras del DANE, en agosto de este año las exportaciones de carbón representaron US$367 millones, equivalente a 5,400 toneladas métricas; en comparación a las 5,977 toneladas que se vendieron al exterior en el mismo mes de 2018 que correspondieron a US$540 millones.

Esto tendría un impacto en la balanza comercial de Colombia, que ya por sí viene mostrando un déficit de unos US$5.200 millones/anuales que corresponde a casi un 2% del PIB, teniendo en cuenta que el 70% de las exportaciones de Colombia corresponden a commodities, y en este porcentaje el carbón tiene una participación del 18%.

 

 

Así que las exportaciones de carbón de Colombia actualmente bordean los US$7.500 millones año y el Cerrejón aporta unos US$2.500 millones. El país es el cuarto mayor exportador mundial de carbón y enfrentaría una importante reducción de sus ingresos en 2020 a medida que disminuyan las regalías del mineral.

La desaceleración del crecimiento económico mundial y la transición hacia energías más limpias, además de los precios del carbón que están por debajo del punto de equilibrio, dada una menor demanda, castigarían en alrededor US$170 millones el flujo de caja del Cerrejón, mencionó Guillermo Fonseca, presidente de la entidad, a la agencia Reuters.

Colombia tiene reservas de carbón para 30 años, es decir, mucho más en comparación con las reservas de petróleo que se calculan para 6 años más aproximadamente y de las de gas que se proyectan para casi 10 años. El problema es que este mercado se ha secado en Estados Unidos y Europa por razones de índole ambiental que han reducido su consumo y en ese sentido las proyecciones no son alentadoras para el sector. Europa dejó de ser el principal comprador de carbón de Colombia después de apegarse al tratado COP21.

En declaraciones de Fonseca a un diario local, señaló que : “Las transacciones, entre lo que se importa y se exporta, suman casi 1.000 millones de toneladas al año, que a número gruesos 20% va al Atlántico y 80% a Asia. Y principalmente el mercado del Atlántico se está contrayendo, el del Pacífico crece y el neto se está quedando quieto”.

No obstante, explorar el mercado asiático, especialmente el de India y China, para contrarrestar el bajonazo en los mercados naturales hacia donde se exportaba el carbón de Colombia puede resultar también un reto teniendo en cuenta la ubicación geográfica del Cerrejón.

Llegar a Asia implica pagar costosos peajes para cruzar el ampliado Canal de Panamá o incurrir en largos trayectos rodeando el continente africano por Cabo de Hornos.

El presidente del Cerrejón reconoce las dificultades al respecto: «Movernos al Pacífico o hacia abajo, hacia el mercado de Asia, prácticamente duplica los fletes, que ya significan entre una tercera y una cuarta parte de los costos y ahí ya se vuelve muy difícil competir”.

 

 

 

 

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