El liderazgo se ejerce más allá de la órbita organizacional y se debe orientar a buscar la felicidad en el contexto personal y profesional. Para convertirse en un buen líder es necesario tener pasión por el trabajo que se desempeña a diario, y, transmitir entusiasmo, pues este aumenta la productividad de los equipos al interior de las organizaciones.
La conexión emocional con los integrantes del equipo es fundamental para conocer sus motivaciones, sus sentimientos, preferencias y metas. Con esa información, el líder tiene la capacidad de guiar e impulsar la pasión, para mantener buenos indicadores de satisfacción laboral y personal de los colaboradores.
Liderar desde el ejemplo, con pasión e inclusión es uno de los retos fundamentales que se debe interiorizar para tomar decisiones estratégicas, fomentar un buen clima laboral e interactuar con el equipo en forma cercana.
Para ampliar información sobre el tema, lo invitamos a ver esta reflexión realizada por Jairo de Castro, Gerente General de Triple A, empresa de Acueducto, Alcantarillado y Aseo en Barranquilla y 14 municipios de la Costa Caribe.