De acuerdo con el proveedor de investigación de mercadeo Euromonitor International en Latinoamérica el mercado del lujo movió solo el año pasado 22.356 millones de dólares, y se espera que hacia el 2022 crezca un 30 por ciento.
Si bien al país han ingresado marcas de lujo de distintos segmentos, es la hotelería uno de los de mayor proyección, no solo por el desarrollo obtenido en los últimos años sino por el impulso que el turismo nacional le ha inyectado.
En Colombia la hotelería de lujo es un mercado de 748 billones de pesos, según cifras de Euromonitor International, que se espera crezca un 20 por ciento en los próximos cinco años. Cabe decir que entre 2012 y 2017, el crecimiento de este mercado en el país fue del 55 por ciento claramente es un mercado de nicho.
“Hoy en día en muchos países y regiones lo que predomina son los hoteles que ofrecen servicios básicos y la competencia está fundamentada en precio. Sin embargo, aún hay un mercado con alta exigencia en estándares de lujo y eso es lo que nos permite desarrollar productos y servicios para atender este segmento”, afirma Juan Camilo Rodríguez, vicepresidente comercial de Movich hotels.
En ciudades del país como Cartagena y Bogotá actualmente existe una interesante oferta de hoteles de alta gama, así como en zonas del país donde los atractivos ecológicos han incrementado la demanda de alojamientos de esta categoría.
“Los hoteles de lujo se caracterizan por la posibilidad de vivir en sus instalaciones experiencias únicas apoyadas en altos estándares de calidad y servicio de arquitectura y diseño, y de infinidad de detalles. Esto va más allá del tamaño del hotel o incluso de la marca que lo respalde”, asegura Rodríguez.
Según la caracterización de Euromonitor International, se consideran de lujo aquellos que incluyan tiendas de alta gama y exclusivas, encadenadas e independientes. También puede determinarse por el posicionamiento y el marketing de lujo de las marcas.
Consolidación en Colombia
En palabras Rodríguez: “ese segmento atrae especialmente al visitante internacional haciendo crecer los ingresos relacionados con turismo de incentivos de alto nivel. El reto para la hotelería de lujo está en capitalizar el crecimiento de esos viajeros al país y de esa manera reactivar la economía para incremente la demanda de servicios, no solo de alojamiento, sino de eventos tanto corporativos como sociales”.
Además, en 2017, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo registró la cifra más alta en toda la historia de visitantes extranjeros en Colombia llegando a 6.531.226 personas, lo que representó un crecimiento de 1.439.174 viajeros frente al 2016 y el más alto en el país.
Para 2018, año electoral y con un interrogante frente a la complementación de los acuerdos de paz, las cifras no parecen afectarse y, de hecho, la llegada de visitantes en el primer bimestre de 2018 tuvo un aumento del 41,4% con respecto 2017, al pasar de 995.600 a 1.408.377 personas.
¿Se redefine el lujo?
El mercado del lujo es “el mercado de la perfección” Nicolas Monico, codirector de Luxxo Lab, señala que “en Colombia el consumidor de lujo busca sutileza y buen gusto, en este mercado la estética y el estilo son atributos relevantes que expresan cierta suerte de poder, por eso son apasionados por la cultura o el arte, como manifestaciones de la perfección”.
Hay quienes consideran que con la aparición de los Millennials la definición del lujo se ha modificado. Para el experto, “en las nuevas generaciones no es un asunto de extravagancia y jerarquía inalcanzable, sino que debe ser accesible y sobre todo, experiencial”.
Consultores internacionales, como la firma Bain & Company, han señalado que los Millennials supondrán el 45 por ciento del mercado del lujo en 2015, por lo que el futuro de las marcas dependerá de ellos. Surge entonces la necesidad de entender que la conexión digital es clave para el crecimiento de las marcas de alta gama, porque es a través de las redes sociales y los blogs como esta generación se comunica e informa.
El reto está en lograr un diferencial y que los consumidores estén dispuestos a pagar una experiencia Premium. La personalización juega un rol clave en este mercado, pues entre más se conozca a los huéspedes, más herramientas habrá para despertar emociones.