Ni siquiera en los cálculos del más pesimista figuraba esta debacle. Hoteles que anteriormente estaban repletos de turistas, hoy son propiedades fantasma. Algo de no creer, especialmente en esta era dominada por la globalización.
Hasta antes de la declaración de pandemia, el propio presidente Iván Duque gritaba a los cuatro vientos que el turismo era la “industria sin chimeneas”. Incluso la bautizó como el ‘nuevo petróleo’.
Las razones para esos remoquetes estaban justificadas. Durante los primeros 18 meses de su gobierno el sector tuvo un crecimiento excepcional, 4,5 millones de visitantes no residentes que vinieron a Colombia.
En ese tiempo se registró un porcentaje de ocupación del 57% a nivel nacional, según cálculos de Cotelco.
DEL OPTIMISMO A LA INCERTIDUMBRE
“Comenzamos el año 2020 plenos de optimismo: nuestra ocupación al finalizar febrero se ubicaba en 59,96%, con un crecimiento de 2,1 puntos porcentuales frente al mismo mes del año anterior”, recordó Gustavo Toro, presidente del gremio, durante la Semana Virtual Cotelco.
Pero llegó el coronavirus y, como dice la canción, ‘todo se derrumbó’, dijo con sorna el directivo. “En los primeros días de la emergencia sanitaria nadie se imaginó que experimentaríamos la horrible noche que estamos viviendo”.
Los hoteleros tocaron fondo. Tanto así que en abril de 2020, los establecimientos vieron reducidos sus ingresos reales en 94,2%, y su personal ocupado en 24,8%, frente al mismo mes de 2019, de acuerdo con la Muestra Mensual de Hoteles del Dane.
CAÍDA HISTÓRICA
Las cifras hablan de una crisis generalizada en la industria de la hospitalidad, no solo a nivel de ingresos, sino también a nivel de personal ocupado en estos establecimientos, que disminuyó 24,8% en comparación con el mismo mes del año anterior.
En contraste, durante los primeros cuatro meses de 2020, dicha reducción fue de 7,4% con respecto al mismo periodo de 2019.
Entre mayo de 2019 y abril de 2020, el personal ocupado en establecimientos hoteleros bajó 2,6% frente al periodo mayo 2018 – abril 2019.
El Gobierno nacional no se ha quedado de brazos cruzados. De hecho, los hoteleros fueron los primeros beneficiados con medidas económicas de respaldo.
El aplazamiento del pago del impuesto de renta y de la contribución parafiscal del turismo y, posteriormente, la destinación de 250 mil millones de pesos para créditos enfocados hacia el turismo, a través de una línea de crédito financiada por Bancóldex, figuran entre los alivios.
“Todas estas medidas, más las que se sumaron después para la economía en general, demuestran el compromiso del Gobierno con nuestro sector”, reconoció Toro.
CASI 80% CERRADOS
Aun así, la crisis es dramática. Un estudio realizado por Cotelco en 917 hoteles reflejó que el 77,8% de los hoteles suspendió su operación y no ha retomado sus actividades.
De los empleos generados por los hoteles –cerca de 25 mil-, se han despedido 7.996 empleados (un 31% del total); el 46,8% aplicó al subsidio de nómina y de ese porcentaje, se le ha aprobado al 27,3% (117 establecimientos).
El 63% de los hoteles manifestó que disponía de recursos para pagar la nómina de un mes; 228 establecimientos han solicitado crédito, de los cuales solo 52 (22,8%) lo han obtenido, y de estos, el 69,2% ha utilizado las garantías del Estado.
“En relación con la devolución de saldos a favor de impuestos, 143 establecimientos lo han solicitado, de los cuales solo a 33 se les ha autorizado, es decir, que el 76,9% no ha podido acceder a esa posibilidad”, replicó el dirigente gremial.
OTRAS MEDIDAS
Aún faltan más medidas por implementar. Respuestas que claman a gritos los hoteleros, incluyendo subsidios a la nómina y créditos a través de entidades financieras.
Sin embargo, de nada sirven estas ayudas si no hay turistas que generen ingresos. “Por eso queremos reiterarle nuestra solicitud al Gobierno de encontrar un camino para la reapertura del transporte, tanto aéreo como intermunicipal y especial”, prosiguió Toro. “Es que el transporte es la savia del turismo, es lo que nos mantiene vivos”.
En medio de esta debacle, la industria está lista, repleta de protocolos con el fin de aumentar la confianza del viajero. Es la misma confianza que elevó al turismo como el segundo rubro generador de divisas en 2019.
“Una industria transversal que aporta al PIB del país con empleo directo y que –por sí sola-, es capaz de liderar la reactivación económica que tanto necesitamos”, finalizó Toro.
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