Por Gonzalo Gómez Betancourt**
Desde hace ya algún tiempo vengo observando a emprendedores que no han tenido experiencia dirigiendo organizaciones, pero se lanzan a emprender con la idea que las empresas se dirigen democráticamente, generando una dificultad en el liderazgo aspecto fundamental para el éxito del negocio.
Estos tiempos modernos no solo han traído cambios en el entorno de las empresas, en su estrategia, en la manera de dirigirlas; cuando hablo con personas jovenes sobre sus emprendimientos, me he dado cuenta del profundo conocimiento que tienen del manejo de las tecnologías de la información, de los nuevos hábitos de los clientes, del conocimiento de nuevos modelos de negocios, evidentemente han trabajado mucho en construir nuevas empresas que responden a necesidades puntuales para competir en un mercado cada vez más difícil, aplaudo esas habilidades. No obstante, cuando se trata de liderar a su equipo de trabajo es allí, donde en mi criterio, les hace falta mucho conocimiento y experiencia, de alguna manera la improvisación mayor es en ese sentido. La idea puede ser genial, pero si el emprendedor piensa que solo eso es suficiente y no sale a liderar a su equipo, la mayoría de las veces es donde en realidad fallan estos emprendimientos, las estadísticas muestran que 8 de cada 10 no resultan, pero ¿Cuáles son esas razones?
Curiosamente la literatura sobre las razones por las cuáles fallan los emprendimientos tiene que ver con aspectos: 1. La falta de experiencia en un sector; 2. Una mala ubicación; 3. La falta de un plan de negocios; 4. La falta de capital de trabajo; 5. Perder demasiado tiempo pensando en el producto y en la estrategia; 6. Crecimiento excesivo; 7. Poca publicidad; 8. Demasiado solo el emprendedor, etc. Pero esto no ha sido mi experiencia, lo realmente crítico para ellos, ya que cuentan con muchas instituciones de apoyo al emprendedor, semilleros, universidades, fondos de capital de riesgo, ángeles inversionistas, oficinas de familia, cámaras de comercio, etc. Todo el mundo volcado para ayudar a crear empresa, el problema real es que quien está al frente, casi siempre es una persona joven sin experiencia directiva, eso sí que es difícil de enseñar o de transmitir.
Con un ejemplo busco explicar esta idea, hace algunos años estuve trabajando con una familia donde el hijo menor le dijo a su padre que él no quería estudiar más, no quería seguir la maestría, que quería hacer plata rápido y emprender era lo suyo, no quería seguir la carrera de sus hermanos donde cada uno de ellos dirigía una unidad de negocio, y él no quería estar bajo las ordenes de uno de ellos, criticaba mucho la carrera que para dirigir hay que pasar 20 en años hasta llegar a la cúspide, etc. El padre entonces después de un proceso de planeación patrimonial decidió con su familia dejar un porcentaje del 10% del patrimonio en emprendimientos gestionados por la familia y bajo su control. Fue de esta manera como se inició un proyecto en una ciudad de Latinoamérica a para colocar los parquímetros en las calles al estilo norteamericano.
La primera fase de la búsqueda de información fue muy importante, debido a el buen manejo de idiomas, el emprendedor pudo viajar a Estados Unidos y a Europa y buscar los mejores proveedores y el mejor producto, se iniciaron los primeros contactos con la alcaldía para ver el interés de poder hacer algo en ese sentido y explicar el modelo de negocio, allí la persona clave fue el fundador que con su reconocimiento empresarial abrió las puertas de instituciones del gobierno distrital. Obviamente, todo parecía estar alineado, pero la alcaldía no tenía recursos para invertir en ese proyecto dadas las necesidades de una ciudad en crecimiento y con tan pocos recursos. Pero se le daría una licencia de explotación durante unos años para que el inversionista pagara unas regalías por el negocio, como siempre las dudas sobre el modelo eran amplias, entre ellas, el robo de los parquímetros, el vandalismo, las estadísticas internacionales no funcionaban muy bien pero el modelo exploró diferentes contingencias, todo estaba listo. La idea era que la familia colocara ese 10% del patrimonio, pero en realidad eso era muy poco y se necesitaban inversionistas, aún así se inició el trabajo donde el hijo menor presentaba informes al consejo asesor constituido por varios independientes que íbamos guiando los negocio.
El seguimiento que se hizo fue basado en los indicadores de gestión, teníamos un cuadro de mando integral para ver que las metas se fueran cumpliendo, desafortunadamente las metas no se lograban, fue cuando el consejo decidió hacer una auditoria por recomendación de uno de los hermanos mayores, pero pidió que fuera un grupo de los miembros independientes los que lideraran esa investigación. Dos de nosotros iniciamos con una serie de entrevistas y fue cuando nos dimos cuenta del verdadero problema, era la falta de liderazgo del capitán, que había dejado todo en manos de personas que no tenían ningún tipo de motivación más allá de la de ganarse un salario, sin seguimiento. Le pedimos al emprendedor que nos dejara acompañarlo en sus reuniones de trabajo con su equipo y allí se evidencio aún más su falta de capacidad de dirigir personas, cuando los miembros del consejo, le preguntamos al equipo las razones del por qué ellos creían no se conseguían los resultados, básicamente todo resultó apuntando a la falta de planeación, coordinación, seguimiento, unión del equipo de trabajo, en realidad no sabían que hacer, no existían mecanismos motivacionales en absoluto, la frustración era grande. Al preguntárseles, que se debería hacer, el hijo hizo una encuesta según diferentes alternativas que el equipo había sugerido, y aunque el emprendedor no estaba de acuerdo, con la alternativa escogida, les dijo que él dirigía en democracia y que se haría lo que pensara la mayoría. Es increíble la idea que tienen hoy las personas que un capitán dirige según lo que los marineros piensan y no en la experiencia de lo que sabe un capitán.
Nos dimos cuenta que debíamos cambiar al gerente, si queríamos que tuviera éxito el negocio, se lo explicamos al padre quien veía en este negocio la forma de enseñarle a su hijo a dirigir, “La única manera de aprender a dirigir es dirigiendo y además es una apuesta pequeña”, al menos pensamos que el padre se encargaría de hacer el seguimiento para enseñarle, pero no fue así, lo dejó solo… con el agravante que al ser un trabajo con la alcaldía, hubo cambio de gobierno con un partido diferente al de los afectos de la familia y el emprendedor en lugar de estar del lado del nuevo alcalde, salió por todos los medios a tratar de desprestigiarlo tratándolo de corrupto, lo que llevó varios años de procesos judiciales y unas grandes pérdidas económicas.
Emprendedores y Empresarios, emprender no es tarea fácil y se necesita formación directiva; pensar que uno lanza un producto al mercado y ya está, no sólo es ingenuo y peligroso, se debe aprender las habilidades de siempre de un líder y en especial, la que por su nombre lo define, un líder guía un grupo de personas por la consecución un propósito común, y no se deja a la democracia un aspecto tan fundamental, muchas veces las masas se equivocan y el que realmente lo saca adelante es un director de orquesta que tiene la batuta en sus manos y podrá hacer sonar la melodía que necesite en el momento que lo necesite, aunque los demás crean que va por el rumbo equivocado. Las habilidades de la dirección si se pueden aprender cuando se tienen simuladores de problemas de personas y la forma de enfrentarlos con la guía de especialistas que hayan vivido el arte de dirigir.
**Ph.D – CEO Legacy and Management Consulting Group