La paradoja no puede ser mayor. A comienzos de esta semana, el índice Colcap de la Bolsa de Valores de Colombia superó los 1.600 puntos, su máximo nivel desde finales de 2014. Con una valorización del 19,5% en pesos y del 25,1% en dólares, la plaza colombiana solo es superada por el índice de China.
Ayer, sin embargo, trascendió que en febrero el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) registró un balance de -5,6%, que representa un deterioro de 2,8 puntos porcentuales (pps) frente al mes anterior. Según Fedesarrollo, la reducción frente a enero de 2019 se debió a una caída tanto del Índice de Expectativas del Consumidor como al Índice de Condiciones Económicas.
En un momento en el que la economía emite mejores señales que invitan al optimismo (inflación bajo control, un dólar y tasas de interés locales y externas estables, etc), algunos analistas incluso esperaban un regreso a terreno positivo del Índice de Confianza, la cual es un insumo vital para consolidar un crecimiento superior al 3% en 2019.
Y aunque el -5,6% implica una ligera mejoría frente al promedio histórico de febrero en los últimos años, la cautela de los hogares colombianos revela una preocupación cada vez mayor por las cifras del empleo.
En efecto, según el Dane, durante enero la tasa de desempleo para las 13 principales ciudades del país fue del 13,7%, superior a la del mismo mes del año pasado, 13,4%. En el total nacional, la tasa de desempleo se situó en 12,8%, lo que representó un aumento de 1,0 puntos porcentuales respecto al mismo mes de 2018 (11,8%).
Y aunque enero suele ser un mes con alto desempleo por razones estacionales (a fin de año y especialmente en diciembre se generan muchos empleos temporales), encuestas recientes han mostrado que la posibilidad de perder su trabajo es la principal preocupación de los colombianos.
Por ejemplo, preguntados sobre la situación económica en los próximos 12 meses, los colombianos se muestran más pesimistas que en enero (-25,7% vs -20,7%) y lo propio ocurre frente a las condiciones económicas del país en general (-8,4% vs -7,1%).
Por nivel socioeconómico y frente al mes anterior, el Índice de Confianza del Consumidor se deterioró 17,1 pps y 3,7 pps en el estrato alto y medio respectivamente, mientras que en el estrato bajo aumentó 0,1 pps. Frente al mismo periodo de 2018, la confianza de los consumidores mejoró en el estrato bajo (5,2 pps) y medio (0,7 pps), pero en el estrato alto se deterioró (7,3 pps).
El ICC disminuyó frente al mes anterior en Medellin (11,4 pps), Cali (10,3 pps), Bucaramanga (5,0 pps) y Bogotá (0,2 pps), y aumentó en Barranquilla (10,5 pps).
Con una participación del 68% en el PIB, el consumo es el principal motor de economía desde el punto de vista de la demanda y las expectativas juegan un rol fundamental en las decisiones de compra de todo tipo de bienes (desde un televisor hasta una vivienda).