Publicado: junio 27, 2019, 12:05 am
Mientras que Europa soporta una ola de calor sin precedentes, Colombia enfrenta actualmente una crisis vial en varias regiones debido a los constantes deslizamientos producto de las lluvias.
Al menos siete importantes vías de Colombia están cerradas como consecuencia de constantes deslizamientos de tierra que han ocasionado las lluvias.
Además del cierre permanente que hay en al Vía al Llano a causa de derrumbes, que ha dejado pérdidas por más de 1,5 billones de pesos, las fuertes lluvias también afectaron al departamento de Caquetá, en el sur de Colombia, provocando un nuevo deslizamiento en la vía que une a la capital regional, Florencia, con la ciudad de Neiva, lo que dejó dos personas muertas, cuatro heridas, una desaparecida y varios vehículos sepultados. (Cierre de la vía al Llano, ¿cuál es el plan del Gobierno?)
En Putumayo también hay unos 9.000 damnificados por la ola invernal que afecta a los 13 municipios de la zona. Así mismo, en las vías principales a los municipios del departamento de Risaralda se han reportado graves problemas por deslizamientos de tierra, con el consecuente cierre de las mismas.
Los desastres en Colombia han ocasionado pérdidas cuantiosas. De acuerdo al Banco Mundial (2012), durante los últimos 40 años estas calamidades naturales en el país han ocasionado pérdidas acumuladas que alcanzan los US$7.100 millones. Entre 1970 y el 2011 se han registrado más de 28.000 eventos desastrosos, y alrededor del 60% han ocurrido a partir de la década de 1990.
El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), reportó que la temporada de fuertes lluvias se mantendrá hasta julio. La directora de este instituto, Yolanda González, aseguró que las principales afectaciones por el aumento de los flujos de llovizna se sentirán más en las regiones Pacífica y Andina. (Continúa el viacrucis de la vía al Llano)
Para estos casos, el Gobierno ha planteado estrategias que promueven, luego de la ocurrencia de un desastre, tanto el rápido acceso a fondos para la atención inmediata de la emergencia y la rehabilitación e iniciar los programas de atención social, como para la posterior fase de reconstrucción.
Para el caso más crítico, que es el de la vía al Llano, el Gobierno planteó 67 medidas que pueden superar hoy más de 1.2 billones de pesos.
“Más allá de los ahorros fiscales que puedan generar estas estrategias para los territorios y el país, estamos pensando en la necesidad que las regiones tengan capacidad de acción oportuna ante estos eventos inesperados, minimizar los impactos, mitigar riesgos futuros y lo más importante, salvar vidas”,resaltó el ministro de Hacienda y Crédito Público, Alberto Carrasquilla Barrera.
