En la última década, el uso de las herramientas tecnológicas ha aumentado en el mundo. Desde el intercambio de correos electrónicos y la creación de sitios web, hasta la realización de compras online y el acceso a un sinnúmero de redes sociales y aplicaciones, los usuarios han recorrido un amplio camino desde que la ‘World Wide Web’ llegó a transformar la cotidianidad.
Sin embargo, pocas personas se detienen a pensar en las implicaciones de su presencia en la red. La mayoría de las actividades que se realizan en internet dejan registros de datos, por lo cual, compañías de todo el mundo recogen una variedad de información personal que los usuarios entregan voluntariamente al aceptar usar sus servicios como sus nombres, direcciones de correo electrónico, gustos personales, números de documentos, entre otros datos.
Toda esta información es recopilada por algunas empresas. Según un análisis realizado por la firma de seguridad cibernética Clario Tech, Facebook e Instagram son los líderes de la lista, almacenando el 70 y 59 %, respectivamente, de los datos de sus usuarios. Mientras tanto, Tinder ocupó el tercer lugar, recogiendo casi el 56 % de los datos personales de los cibernautas, seguido por Grinder, que almacena hasta el 53% de los datos existentes.