De acuerdo con un Estudio de la firma Gartner, En promedio, un empleado de una Empresa gasta 20 resmas de papel al año, lo que equivale a 200.000 pesos, aproximadamente. Si una empresa cuenta con 20 empleados, y todos usan la misma cantidad de papel, la empresa estaría gastando, anualmente, 40 millones de pesos en papel, cerca del 3% de los ingresos totales de la empresa.
Sin embargo, más del 50% del papel que se utiliza en las empresas no se recicla, la mayoría del papel es desperdiciado y, en la mayoría de los casos, muchos de estos procesos se pueden hacer de forma virtual.
“En Colombia, hemos descubierto que más del 90% de los procesos que se realizan en papel se pueden hacer en digital, así que llevar una oficina sin papeles es una realidad, lo puedes ver en el día a día, estamos conectados el 90% de nuestro día, si un empleado o cliente desea acceder a la información que necesita de forma inmediata, lo hace desde su teléfono”, afirma Mariamparo Ros, gerente general de Indenova Colombia.
Muchas empresas colombianas están pasando por este proceso de reciclaje. Según un reporte de la ANDI, anualmente se usan 1’609.906 toneladas de papel en el país, es decir, 28 kg por habitante, pero más del 50% de las compañías colombianas están minimizando el uso del papel.
De acuerdo con Indennova Colombia, reciclar solo una tonelada de papel puede ahorrar 7.000 galones de agua, 17 árboles, 380 galones de petróleo, espacio de relleno sanitario y 4.000 kilovatios de energía. Lo que creando consciencia ambiental sería un gran aporte a la lucha contra el cambio climático.
“Uno de los temores más comunes de las empresas es que, al pasar los procesos al mundo virtual, puede haber pérdida de información o en el caso de las facturas, escapes económicos. Sin embargo, es todo lo contrario, porque a través de las plataformas virtuales se puede llevar un mejor control”, afirma Ross.
Pero no solo se está incentivando el reciclaje de papel en las empresas como parte de las políticas de sostenibilidad. El manejo que se le da a los computadores y aparatos electrónicos que ya no sirven también es importante a la hora de cuidar el planeta.
Para las empresas colombianas esto no es nuevo, desde el sector ambiental se han venido expidiendo políticas, planes y normas, como, por ejemplo, la Política Nacional para la Gestión Integral de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (2016), la cual busca entre otras cosas, y articulando diferentes actores de la cadena de producción y consumo, ampliar la permanencia de los distintos componentes de los residuos dentro del ciclo productivo y económico.
Para Edgar Erazo, director ejecutivo de la Corporación EcoCómputo, es necesario superar el modelo económico ineficiente de «tomarhacer-disponer» y adoptar el sistema de economía circular donde no existe el desperdicio”.
Así que, cerrar el ciclo de los materiales implica la reducción en la necesidad de nuevas materias primas, eliminación de desechos, ahorro de energía, generación de empleos «verdes» y oportunidades comerciales.
Sea reciclando papel o aparatos electrónicos, lo cierto es que las empresas colombianas tienen el reto de incorporar los recursos provenientes del reciclaje tecnológico en procesos de minería, siderurgia y metalurgia, como materia prima de sus procesos.