Publicado: marzo 8, 2022, 2:09 pm
Por: Felipe Sánchez, CEO de WeKall
Ransomware, ciberataques, malware, phishing, son algunas de las palabras que se han puesto de moda en las empresas. Si bien antes eran poco mencionadas, con el boom de la virtualidad -generada por la pandemia- estas expresiones se volvieron más familiares de lo que pensamos.
Y es que las cifras hablan por sà solas. Datos revelados por la firma Fortinet manifiestan que, por ejemplo, durante el 2021 en Colombia hubo más de 11.200 millones de intentos de ciberataques, es decir, 31 millones de intentos por dÃa en promedio, por lo que la ciberseguridad se convirtió en un asunto cotidiano, en especial en compañÃas, instituciones educativas y negocios donde el internet se volvió la herramienta clave para su operación.
Pasamos de la pandemia a la ‘ciberpandemia’ y consigo, esto trajo un millón de reflexiones, entre ellas, la capacidad que tiene una empresa, junto con su área de tecnologÃa, para brindarle tranquilidad a sus clientes, aliados y colaboradores en cuanto a la información y datos que se intercambia entre las diferentes partes.
¿La razón? Fácil. Porque aunque una empresa implemente un sistema de protección robusto o traslade sus principales tareas a la nube, nada es garantÃa de ciberseguridad sino se tiene gente capacitada, procesos y certificaciones que la respalden.
Si bien las empresas buscan tener áreas enfocadas sólo en seguridad informática, sigue habiendo una brecha de capacitación en términos de normatividad y de personal que esté en capacidad de cumplirlas. Por lo tanto, los proveedores certificados con altos estándares de calidad en sus procesos de manejo de datos e información, son claves como respaldo.
Tal es el caso de los proveedores que cuentan con la norma ISO 27001 de seguridad de datos, una compleja certificación en esta materia que tiene como fin garantizar a los clientes la protección de sus datos bajo los principios de confidencialidad, integridad y disponibilidad, y que resulta clave para mitigar los riesgos inherentes a la presencia digital.
Japón, Francia, Canadá, Dinamarca y Estados Unidos son paÃses que ya han allanado el camino en ese sentido y tienen procesos avanzados en este tema. Asà que desde este rincón del mundo, tenemos la tarea de aprender la lección: La ciberseguridad requiere educación, inversión y sensibilización sobre los riesgos.
Las amenazas son constantes y se actualizan rápidamente. Lo que hoy podrÃa estar cubierto, mañana podrÃa cambiar. Es asà como los más grandes de las industrias e incluso naciones, pueden sufrir todo tipo de ataques. Desde Sony hasta Ebay o Facebook. Casos como Wikileaks o el escándalo de Cambridge Analytics lo han demostrado.
En definitiva, la brecha de seguridad debe reducirse en los escenarios corporativos. La ‘ciberpandemia’ es una realidad y debemos combatirla. ¡Ese es el camino!
