En Colombia, según Dane, el 27,98% de la población vive tanto en situación de pobreza como de pobreza extrema. El Banco Mundial, por su parte, ubica al país como segundo en la lista de naciones más desiguales de de Latinoamérica y séptimo a nivel mundial.
La pobreza sigue siendo la manifestación más extrema de la desigualdad, la profundización de las brechas sociales en materia de acceso a la educación, salud, seguridad social, se materializa de manera más evidente en los asentamientos informales.
“Que en Colombia 13,5 millones de personas vivan en situación tanto de pobreza como de pobreza extrema nos desafía a trabajar con más fuerza y a seguir convocando actores que, al igual que nosotros, más que preocuparse, se ocupan por una realidad que a nadie puede dejar indiferente”, dice Daniela Carvajalino, directora Social de la Fundación Techo. Lea también: América Latina necesita un pacto por la productividad
A través de programas de construcción de viviendas de emergencia e infraestructura comunitaria, de Educación para la Paz, investigación social, entre otras iniciativas, la Fundación Techo y otras entidades promueven una sociedad justa, igualitaria, integrada y sin pobreza, visibilizando la vulnerabilidad que experimentan quienes habitan en los asentamientos.
A propósito del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, se evalúa la realidad que se vive en Colombia, un país rico, pero cuyo problema es la alarmante. En esa línea, Carvajalino añade que “si bien la pobreza ha disminuido desde 2002, la desigualdad se perpetúa en un país donde el 10% de la población más rica del país gana cuatro veces más que el 40% más pobre”.