¿De qué se ocupaba un gerente financiero hace unos años? Sus esfuerzos siempre han estado enfocados en tres cosas: productividad, reducción de costos y experiencia del cliente. Hoy las prioridades han cambiado: la experiencia del cliente ha pasado a un primer eslabón, seguido por la transformación digital y por último, la productividad. En ese sentido, probablemente en los tres próximos años la prioridades cambien ganando espacio e importancia la transformación digital.
“Con el modelo de negocio actual, las oportunidades y fuentes de reducción de costo y de eficiencia se agotan; por eso, es necesario un nuevo modelo de negocio basado en agilidad, impulsado mayoritariamente por datos y soportado en tecnología. Ese nuevo modelo de negocio será el que genere nuevas fuentes de ingresos y oportunidades de reducción de costos”, dice Fabián Echeverría, Socio Líder en asesorías en KPMG.
En un futuro cercano el gerente financiero tendrá dos roles: uno centrado en la estabilidad y control y otro en la agilidad y la rentabilidad. El primero es el tradicional, con el que ha venido supervisando el desempeño del negocio, proveyendo control, asegurando cumplimiento normativo, generando reportes, estados financieros y transparencia al negocio. En otras palabras, ser algo así como el guardián de las métricas financieras, pero cada vez hay más expectativas sobre su papel como creador de más valor.
Y de eso se trata su segundo rol, asociado con la agilidad, la rentabilidad y la capacidad para aprovechar todas las herramientas tecnológicas, utilizar enfoques ágiles y dinámicos; tener la capacidad de reinventarse y utilizar los datos para transformarlos en información estratégica para la compañía.
El gerente financiero del futuro debe ejercer un liderazgo en la organización que aporte significativamente, lo que se traduce en mayores competencias a nivel de relacionamiento, desarrollo de equipos de trabajo, más influyente y multifacético. En estos roles su gran habilidad será preservar valor y crear valor dentro de la compañía.
“Es importante que el CFO se involucre y empiece a conocer más el proceso estratégico de su compañía, que conozca las tendencias de la industria en que opera su negocio y empiece a ser más consciente de que debe hacer algo. Para esto, debe preguntarse: ¿La compañía es sostenible si no actuamos? ¿Dónde y cómo puede el área de finanzas desempeñar un papel para apoyar la innovación? ¿Qué procesos tradicionales deberán abordarse de manera diferente para satisfacer oportunidades y necesidades innovadoras? Y ¿Cómo podemos ajustar los procesos?”, concluye Echeverría.