Colombia es un país de microempresas, cerca del 90% del aparato productivo nacional se concentra en estos pequeños negocios que entregan grandes contribuciones a la economía del país. Recientemente, Miguel Ángel Charria, presidente del Consejo Directivo de Asomicrofinanzas hizo un llamado a sumar esfuerzos entre los sectores público y privado con el fin de convertir las microfinanzas en una herramienta real, en pro de apoyar el desarrollo de los 10,4 millones de microempresas o negocios por cuenta propia existentes en Colombia, de los cuales 6 millones siguen teniendo como única alternativa de financiación el “gota a gota”.
ʺEn el propósito de mejorar las condiciones de los microempresarios colombianos, tanto del sector urbano como del rural, no podemos estar solos, es necesario simplificar los procesos operativos de redescuento tanto de Bancoldex como de Finagro que significan un alto costo para las microfinancieras; y, puntualmente, en el sector rural se requiere avanzar con Finagro en temas como el acceso al Fondo de Microfinanzas Rurales para entidades no reguladasʺ, señaló Charria.
De otra parte, destacó que la contribución del sector microfinanciero va más allá. “Desde el punto de vista social hemos evidenciado que el acceso a los productos y servicios financieros, a programas de educación y asesoría técnica que se ofrecen desde las entidades microfinancieras contribuyen al mejoramiento de la calidad de vida de estos empresarios y sus familias, a la disminución de la pobreza y al desarrollo de sus comunidades”. (Lea también: Arauca, potencial para la actividad pecuaria)
Finalmente, pidió al nuevo Gobierno no desfallecer en la búsqueda de garantizar unas condiciones mínimas de conectividad en telecomunicaciones, en donde hay avances pero aun queda un largo camino por recorrer. Caso similar ocurre si se tiene una mejor infraestructura en vías secundarias y terciarias para reducir los precios de transporte y comercialización de productos. “El tema más relevante actualmente, según Asomicrofinanzas, es mejorar las condiciones de seguridad que en algunas zonas se ha venido deteriorando, lo que limita la gestión de las entidades microfinancieras”, enfatizó Charria Liévano.