“El confinamiento es el mayor experimento psicológico de la historia», dice Elke Van Hoof, profesora en Psicología de la Salud de la Universidad de Vrije en Bruselas y especialista en estrés y trauma.
“Poner a las personas en cuarentena tiene posibles consecuencias mentales. Las primeras pueden ser la sensación de estar abrumado, no poder hacer frente a las obligaciones, tener problemas para dormir, volverse más irritable”, agrega.
Si la persona confinada cuenta con una estructura familiar, entonces no está sola. Pero si no la tiene, todo se torna bastante solitario, concluye.
También le puede interesar: ¿Teletrabajo o ‘esclavitud’ en casa? Anuncian reglamentación
Nubia Bautista, subdirectora (e) de Enfermedades No Transmisibles del Ministerio de Salud, resaltó que es importante dimensionar que lo que está pasando, para evitar que se convierta en un evento amenazante e inmanejable.
Por ello, recomendó establecer horarios para mantenerse informado. «La información sin filtro de manera permanente puede ser perjudicial; y si mezclamos televisión, radio y redes sociales puede ser abrumadora y puede traer muchos temores que son infundados en su mayoría. Entonces la información confiable es importante y de fuentes oficiales».
Esto es relevante porque, de acuerdo con la literatura científica, durante la cuarentena episodios de depresión pueden aparecer o se pueden agudizar. Por eso la invitación es a mantener una rutina creativa que permita diferenciar los espacios y tiempos para el estudio, trabajo, recreación y mantener vida social y familiar dentro de las condiciones que se permiten.
En el caso de quienes tiene que salir a la calle ya sea por trabajo o realizar diligencias, puede aparecer la sensación de estar expuestos. «Debemos prever las medidas de autocuidado y prevención en el transporte, trabajo o en cualquier otro lugar que ya tenga apertura».
Al regresar a casa, recomendó, «hablar con los que estamos de lo que nos genera tener que salir es importante, porque conversar esto en familia resulta alentador, ayudándonos a reconocer las emociones positivas y negativas para encontrar nuevas maneras de afrontar los retos cotidianos».
Bautista concluyó que este momento se diferencia porque no es algo distante, sino que todo el mundo lo está viviendo. «Todos estamos juntos y eso genera solidaridad, nos motiva a salir juntos y apoyarnos en pro de generar esta nueva cotidianidad que no sabemos aún cómo va ser, lo vamos construyendo en el camino y tomando decisiones sobre ese escenario».
Ante cualquier necesidad de apoyo u orientación en salud mental, el Ministerio de Salud dispone de la línea telefónica gratuita nacional 192, opción 4.
Lea también: ¿Cuáles son los principales riesgos sicológicos de la cuarentena?