En 1980, mientras le disputaba la presidencia a su colega republicano, Ronald Reagan, George Bush calificó de “economía vudú” una iniciativa de su contedor que proponía una rebaja de impuestos para aumentar el recaudo tributario.
En Colombia, no son pocos los analistas que creen que el gobierno está incurriendo en la misma práctica y si se quiere error, al sostener que la disminución de la carga impositiva de la última reforma tributaria incentivará el crecimiento y el recaudo tributario, sin poner en riesgo las metas fiscales y el grado de inversión de Colombia, en 2020 y 2021.
“En Excel seguro se puede reducir el gasto público. Pero veo una profunda contradicción entre este propósito y las exigencias al Estado de una creciente clase media”, dijo Marc Hofstetter, profesor de economía de la Universidad de los Andes, al explicar que la negación parece ser la estrategia del Gobierno ante la creciente evidencia de cifras económicas preocupantes en diferentes frentes.
Ayer, el Ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, redobló la apuesta al revelar el Marco Fiscal de Mediano Plazo, que es algo así como el plan de vuelo del Gobierno en materia económica.
Carrasquilla señaló que la principal apuesta del Gobierno es por la reactivación del crecimiento económico y la inversión privada, y que la Ley de Financiamiento (como se denominó a la última reforma tributaria) constituye el principal elemento de esta estrategia, gracias a la significativa reducción implementada en la carga tributaria empresarial.
“Las reducciones que experimentarán a partir de este año las empresas en el costo de invertir representarán un importante impulso a la inversión, la generación de empleo y el emprendimiento, con el cual la economía podrá crecer a mayores tasas de forma sostenida”, expuso el funcionario.
A pesar de que incluso colegas suyos lo acusan de incurrir en una especie de negación, Carrasquilla dijo que los resultados económicos recientes dan muestra de estos efectos.
Al respecto, explicó que el índice de confianza comercial se encuentra en niveles históricamente altos, y que la inversión extranjera directa creció 68% en el primer trimestre de este año, por lo cual la economía crecerá 3,6% en 2019, a pesar de tener un contexto económico global con alta incertidumbre.
Esto implica que la economía nacional tendrá un dinamismo significativamente mayor que el promedio de la región (1,4%), agregó.
“La mayor inversión tendrá un impacto importante en las tasas de crecimiento que la economía puede alcanzar de forma sostenida a niveles alrededor del 4,0% en el mediano plazo. Nuestra apuesta es que, por medio de las diversas iniciativas que está implementando el Gobierno, el crecimiento se acelere de 2,6% el año pasado a una tasa de crecimiento superior a 4,0% hacia 2022”, sostuvo Carrasquilla.