El ahorro de este recurso es una necesidad. Recientemente, la Unidad de Gestión del Riesgo y Desastres manifestó que el desabastecimiento de agua tiene a 45 municipios de Cundinamarca en emergencia y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible alertó que la reducción promedio
en rendimiento agrícola por causa del cambio climático a nivel nacional es de -7,4% para los cultivos de papa.
Específicamente para Cundinamarca esta cifra puede elevarse al -15,3% en 2040. Esta situación hace imperativo tomar medidas inmediatas, y el sector privado cumple un papel relevante en este proceso. La reducción de su consumo de agua ayudaría a mitigar el efecto negativo en el medio ambiente. En la actualidad, según el cálculo de Huella Hídrica, 46 empresas de 18 sectores industriales ya han ahorrado unos 54.996 metros
cúbicos de agua al año, lo que equivale al consumo de 297 familias en ese mismo lapso.
50 nuevas empresas se vincularon en este 2017 a este cálculo y se encuentran en mediciones. “Uno de los principales retos que hemos identi-
ficado es la necesidad de que las empresas midan el impacto de su consumo de agua en la región. Para este propósito, la metodología de
impacto de la huella hídrica, implementada por la CAR y CAEM es fundamental”, dice Martha Carrillo, directora de Cultura Ambiental de la CAR.
En Colombia se está promoviendo que el sector privado, con el apoyo de entidades, corporaciones, municipios y expertos, continúe implementando acciones para reducir el consumo de agua, aunque se espera que las empresas empiecen a tomar medidas internas para que sea más efectivo.
“Para lograr generar territorios sostenibles, el cambio es esencial. En primer lugar, es necesario articular la gestión del agua con la gestión del territorio. Por otro lado, el agua debe ser utilizada como un factor generador de equidad y bienestar”, concluyó Ernesto Ghul, experto en gobernanza del agua.