Por Gerencia de Investigaciones Bancolombia
De acuerdo con el DANE, en junio el índice de precios al consumidor tuvo un cambio de 0,12% mensual, apenas 5 puntos básicos (pbs) por debajo de nuestro pronóstico (0,17%) y 8 pbs menos que la expectativa del promedio de analistas (0,20%). Este incremento fue considerablemente inferior al registrado en junio de año 2016 (0,48%).
En términos anuales, la variación fue de 3,99%, muy por debajo del nivel de 8,60% de un año atrás. Esta es la primera vez desde enero de 2015 que la inflación 12 meses se sitúa dentro del rango meta (2%-4%), gracias al importante descenso de 38 pbs frente al mes pasado y a la moderación en todos los rubros. Además, en el primer semestre del año los precios aumentaron 3,35%, 175 pbs menos que en la primera mitad de 2016.
Pese a que las inflaciones básicas siguen cerca de 5%, creemos que estos resultados permitirán al Emisor poder efectuar recortes adicionales que saquen a la política monetaria del terreno contractivo en el que todavía permanece.
Los precios de los alimentos se redujeron. Los precios de esta categoría, que venía experimentando correcciones importantes en los últimos meses, se contrajeron 0,21% mensual en junio y en términos anuales se ubicaron en su menor nivel en más de tres años. La reciente variación 12 meses de 1,37% contrasta con el resultado de 14,28% de junio del año anterior. En general, se presentaron disminuciones en la mayoría de los alimentos, entre ellos los tubérculos, las carnes y los derivados lácteos, lo que contrasta con un incremento de más de 57% en el precio de la zanahoria. El buen comportamiento de los precios de los alimentos responde a la oferta abundante de la mayoría de productos y sigue reflejándose principalmente en la inflación de los hogares de ingresos bajos, que actualmente se ubica en 3,36%
Los precios de los bienes transables se mantuvieron relativamente estables. El hecho de que este rubro registrara una inflación de solo 0,03% mensual, confirma que el paro de Buenaventura no tuvo efectos apreciables sobre los precios, y que el reciente repunte de la tasa de cambio no se ha trasladado a los consumidores. En este mes los rubros de útiles escolares y pasajes aéreos tuvieron comportamientos mucho menos inflacionarios de lo usual, al igual que las bebidas alcohólicas y los cigarrillos. Sin embargo, esto se vio opacado por incrementos en productos para el hogar y vestuario. De esta manera, la inflación 12 meses de este grupo de bienes transables se ubicó en 4,4%, 3,5 pps menos que hace un año.
La moderación en la inflación de regulados se consolidó en junio. Luego de que el reporte pasado de inflación evidenciara una reducción de 108 pbs en la inflación de los regulados, en junio los precios de este grupo variaron solo 0,07% mensual. Esto se explica por estabilidad en los precios del transporte urbano y combustibles, junto con una reducción en las tarifas de la energía eléctrica. Sin embargo, aumentos de 1,59% en los precios del servicio de gas y de 3,75% en el transporte intermunicipal impidieron que el balance de este rubro fuese incluso más favorable.
Los no transables siguen siendo el grupo más inflacionario. Los precios de este segmento se incrementaron 0,5% mensual, tan solo 4 pbs menos que un año atrás. No obstante el resultado agregado del grupo, resulta alentador que componentes indexados como arrendamientos hayan mermado su ritmo de aumentos. En efecto, los precios de los arriendos, que tienen un peso de 61% en la canasta no transable, crecieron alrededor de 0,35% en junio luego de crecer cerca de 0,5% en los meses anteriores. Este comportamiento se vio compensado por alzas mayores a lo usual para este mes del año en servicios relacionados con diversión (10,11%), servicios culturales (2,34%), servicios de televisión (3,04%) y servicio de parqueadero (1,54%). El incremento en el último de estos servicios se explica principalmente por el reciente ajuste de 10% en las tarifas de los parqueaderos decretada para Bogotá. Por tanto, pese a que este grupo del IPC representa el mayor obstáculo para la convergencia de lainflación a la meta, luce favorable el hecho de que los efectos de la indexación se estén disipando paulatinamente.
Las medidas de inflación básica rondan el 5%. Debido al buen comportamiento generalizado en los componentes del IPC, el indicador sin alimentos se desaceleró desde 5,35% en mayo a 5,12% anual, mientras la inflación sin alimentos ni regulados se moderó en 24 pbs hasta ubicarse en 4,86% anual.
La inflación seguirá moderándose hasta julio, y que a partir de allí se acelerará levemente. El reporte del IPC de junio estuvo muy cerca a nuestro pronóstico, y en ese sentido no cambia el panorama inflacionario que planteamos en nuestra última actualización trimestral de proyecciones. La regularización de la oferta de alimentos, el menor ritmo de actividad productiva y el efecto base seguirán promoviendo la desaceleración anual de los precios en el corto plazo. No obstante, prevemos que a partir de agosto la inflación se acelerará nuevamente. Esto, en línea con lo mencionado en la más reciente rueda de prensa de la Junta del Emisor, estaría asociado a un cambio de tendencia en el grupo de alimentos, a la persistencia de los no transables y a una menor base de comparación. Por ende, seguimos proyectando que la inflación cerraría este año en 4,2%.
Esperamos que la tasa repo cierre 2017 en 5%. Recientemente ajustamos nuestro pronóstico de tasa de intervención para diciembre de 5,75% a 5%. A las preocupaciones que reflejan los voceros del Emisor en materia de actividad económica se suman el hecho de que la inflación sin alimentos ni regulados finalmente está por debajo de 5%, que la persistencia de los no transables podría estar disipándose, y que probablemente esta sorpresa a la baja en el reporte de inflación puede conducir a una moderación de las expectativas de inflación.
Por lo tanto, no obstante que el panorama en materia de política monetaria continúa siendo complejo, creemos que en los próximos meses la Junta del Emisor podrá llevar la política monetaria a terreno neutral.