Por: Lorenzo Biasio
Analista de Recursos Humanos- salud
Credit Suisse
Está previsto que en todo el planeta, el número de personas mayores aumente enormemente en los próximos años. Estar al tanto de las necesidades y deseos de esta población en fase de vejez da lugar a nuevas oportunidades de inversión.
El envejecimiento de la población es una tendencia demográfica que a menudo se asocia a Europa y Japón en donde las tasas de fertilidad llevan décadas en descenso. Pero con frecuencia pasa desapercibido el cambio demográfico que nos deparan, a escala mundial los próximos tres decenios. En 2050, se calcula que la población mayor de 60 años habrá aumentado hasta los 2.100 millones, desde los 900 millones que se registraron en 2015. En 2020, el poder adquisitivo de los mayores de 60 alcanzará los 15 billones de USD, según las previsiones.
Oportunidades asociadas al envejecimiento de la población
No estamos preparados para la magnitud de esta tendencia, en términos de cambio en la composición de las sociedades dada la aceleración de la trayectoria de envejecimiento. Se prevé que, para 2050, tengamos más de mil millones de personas mayores que ahora, lo cual presenta retos inimaginables, pero también importantes oportunidades. Se considera que los inversionistas mejor posicionados conforme a las necesidades y deseos de las personas mayores vean incrementados sus rendimientos, sobre todo en los siguientes ámbitos:
Estilo de vida y consumo de las personas mayores: Las personas mayores son el grupo de edad que más rápido aumenta en todo el mundo. Su cuota de ingresos está incrementándose mucho más que la del resto de los grupos demográficos, al igual que su poder adquisitivo. Teniendo en cuenta que las personas mayores tienen necesidades, prioridades y patrones de gasto diferentes, las implicaciones para fabricantes y minoristas pueden ser muy notables.
Impulso para el sector de la salud: Otro gran beneficiario del envejecimiento demográfico es el sector de la salud. La incidencia de multitud de enfermedades crónicas se agrava con la edad y, por consiguiente, una gran cantidad de personas mayores deben asociarse a un incremento desproporcionado del gasto en salud.
Inmuebles – viviendas para ancianos: No hay muchas tendencias de crecimiento que estén tan claras como el envejecimiento poblacional y, con ella, la demanda de alojamiento apropiado para las condiciones de vida y de salud de los mayores. Aunque las personas mayores conservan cada vez más su independencia y un buen estado de salud, es probable que la demanda de viviendas e infraestructuras adaptadas para mayores experimente un significativo aumento.
Pensiones: El envejecimiento demográfico y el aumento de la longevidad posiblemente hagan crecer la demanda de productos de seguros de vida. Es probable que este crecimiento se centre en las rentas vitalicias que, en algunas zonas, son el único modelo de pensión de jubilación permitido. En los países en el que las prestaciones de seguridad social no son lo suficientemente generosas, el incremento de la esperanza de vida puede hacer crecer la demanda de planes privados de previsión y activos líquidos para cubrir los desembolsos relacionados con la salud durante la edad de jubilación.