Publicado: junio 23, 2017, 9:28 am
El balance del 2016 a marzo de 2017 del sector textil en Colombia no fue positivo, según la Encuesta Mensual Manufacturera del Dane, su producción cayó al -1,4%, pero mejoró frente a las contracciones del -2,2% de un año atrás, una cifra aún más crítica. Estos datos son evidencia de la afectación del sector por las fuertes devaluaciones y competencia desleal que se venían presentando.
Sin embargo, con las medidas tomadas por el Gobierno a finales del 2016, se logra el cumplimiento de las directrices de la Organización Mundial de Comercio, OMC, en la que se indica que cuando la mercancía tiene un valor igual o inferior a 10 dólares por kilo (umbral), se aplica el arancel máximo consolidado en la OMC de 40% para el sector de confecciones y cuando el precio declarado supera este umbral el arancel es del 15%.
La implementación de estas medidas trajo consigo buenos resultados durante los primeros meses del 2017, porque mientras que en 2012 las importaciones de confecciones a precios ostensiblemente bajos representaban el 7,7% del total de ese tipo de productos, las hechas en abril de 2017, con el nuevo decreto de control aduanero, representaron 0,1%.
Aunque el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo resalta que no se le debe atribuir por completo las buenas cifras a la implementación de la norma sino que el sector se ve impactado por el ciclo que presenta el mercado, el Ministerio con la DIAN y la Polfa, en lo que va corrido de 2017, lograron 4.463 aprehensiones de productos del sector textil por valor de $30.179 millones, dentro de la campaña de Brigadas por la Legalidad, un incremento del 20,9% frente al mismo período de 2016.
La Ministra de Comercio, Industria y Turismo, María Claudia Lacouture, se refirió a estas cifras como una reducción que se traduce en mejores condiciones para la industria de textiles y confecciones pues desestimula la entrada de mercancía a precios contra los cuales la producción local no puede competir.
Estas medidas establecidas forman parte de una estrategia para elevar la competitividad de la industria textil y que comprenden también la lucha contra el contrabando; la transformación productiva del sector y acciones para aumentar la proveeduría en grandes superficies.
