Según cifras de Asofondos, en 2021 se retiraron un promedio de $7 billones de pesos en cesantías, de los cuales el 34,7% fue por terminación de contrato, siendo este su principal uso.
Las cesantías es una de las primeras obligaciones de la empresa en 2022 sobre las prestaciones sociales de un contrato laboral, bien sea a término fijo o indefinido, las cuales el empleador consigna directamente en el fondo de cesantías que escogió el colaborador a más tardar el 14 de febrero de este año.
Para calcular esta obligación Nominapp, compañía experta en liquidación y emisión de Nómina Electrónica aclara: frente al valor a cancelar, tenga en cuenta que corresponde a un mes de salario si el colaborador trabajó todo el año o se calcula proporcional al tiempo laborado en ese periodo.
Por ejemplo, si un colaborador devenga $3.000.000 y ha trabajado durante 9 meses es decir 270 días, las cesantías serán proporcionales a esos días laborados.
- Cesantías = $ 3.000.000 * 270 días / 360 días
- Cesantías = $ 2.250.000
Errores más comunes:
Juan Felipe Rodríguez, cofundador de Nominapp, aseguró que las equivocaciones en las que más incurren las empresas son en el cálculo incorrecto de los días trabajados, determinar de manera errada la base salarial cuando es variable o hay cambio de salario en el año, no incluir el subsidio de transporte, incluso el simple hecho de hacer la operación de manera manual o en Excel y aplicar la fórmula de manera incorrecta.
Multas y sanciones:
En caso de no pagar las cesantías a tiempo, Rodríguez señaló que “según la ley la empresa deberá pagar un día de salario por cada día de retraso en el pago de dicha obligación, por ejemplo, si al término un mes no ha consignado al fondo, deberá pagarle a su colaborador un mes de salario adicional”
Beneficio y uso:
Sobre este último punto el cofundador de Nominapp aclaró “Las cesantías tienen muchos beneficios para las personas, ya que son una especie de “colchón” en condición de desempleo; son un ahorro que los colaboradores no sienten ya que el dinero lo deposita directamente la empresa, además puede ser usado en cualquier momento para educación o compra de vivienda, teniendo siempre presente que no es dinero de bolsillo”
Educación: pregrados y posgrados, crédito del ICETEX, pago o compra de seguros educativos y educación superior en el exterior.
Financiación de vivienda, aplica en estos casos: compra de vivienda, terreno o lotes, construcción o remodelación de vivienda y pagos de crédito hipotecario o de impuestos.