A pesar de las colas para comprar electrodomésticos en el primer día sin IVA y de los $9 billones gastados en las dos primeras jornadas, la recesión sigue castigando la confianza de los colombianos.
Con un peso de casi el 70% en el PIB, el consumo es el principal motor de la economía y por eso, cada vez que usted saca su tarjeta de crédito para pagar un bien o un servicio, contribuye con ese gasto al crecimiento. Y viceversa.
En junio, según Fedesarrollo, el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) registró un balance de -33,1%, lo que representa un incremento de 0,9 puntos porcentuales (pps) frente al mes anterior.
El incremento en la confianza de los consumidores frente a mayo obedeció principalmente a un incremento de 1,7 pps en el Índice de Expectativas del Consumidor que compensó la disminución de 0,2 pps en el Índice de Condiciones Económicas.
Al comparar los resultados del segundo trimestre de 2020 con los del segundo trimestre de 2019, se observa una disminución en la valoración de los consumidores sobre la situación de sus hogares y una reducción en la disposición de los consumidores a comprar bienes durables.
En junio, el ICC aumentó en dos de las cinco ciudades encuestadas frente al mes anterior. A su vez, la confianza de los consumidores aumentó en los estratos bajo y medio con respecto al mes pasado.
Frente al mes anterior, la disposición a comprar vivienda y la disposición a comprar vehículo aumentaron.
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