Según la última encuesta de la asociación nacional de empresarios, Andi, el 88,2% de las empresas conoce qué es la cuarta revolución industrial, mientras que para 2017 esa cifra era de solo 65,2%. Además, 63,5% de las empresas (54,9% del sector manufactura y 74,1% del sector servicios) ya tiene una estrategia de transformación digital, frente a 2017 cuando este indicador era de 58,4%.
La encuesta también dejó ver cuáles son las mayores barreras que enfrentan para lograr una transformación digital exitosa: Presupuesto (59,2%), Falta de cultura (57,1%), Desconocimiento (55,4%), Falta de mentalidad (42,1%), Falta de un modelo de negocio claro (36,5%), Falta de liderazgo (26,2%), Falta de capital humano (22,3%) y otros (1,3%).
Alfredo González, Country Manager TSC
En general, lo que vemos en la mayoría de los sectores (bancos, seguros, telecomunicaciones, transporte, etc) es que los directivos ya tienen una consciencia digital, pero hago la aclaración: digital y no en transformación digital.
Lo que vemos es que los principales directivos están conversando sobre cómo trabajar estos conceptos digitales, cómo la tecnología puede ayudar a las empresas a trabajar mejor, entregar mejores servicios y bajo ese punto de vista sí comparto la opinión de la encuesta. Ha aumentado la consciencia y las inversio- nes asociadas al mundo digital.
Todos tenemos claro que estamos en la cuarta revolución industrial, que abarca un conjunto de tecnologías que resumen el Business 4.0.
La pregunta es: ¿Eso cómo se come?, ¿Cómo trabajo como empresa en Busi- ness 4.0? El concepto tiene que ver con transformación de la compañía hacia la era digital, que no es lo mismo que digitalizarla, ya que la tecnología es solo uno de los componentes; el segundo es cultura y el tercero tiene que ver con cómo voy a enfrentar nuevos procesos y formas de hacer las cosas.
Hay cuatro elementos fundamentales para que las empresas se transformen: Control del riesgo y seguridad; temas de ecosistemas, si no me abro es difícil lograr la transformación, crear valor exponencial; y personalización masiva.
José Mutis Country Manager SAS Colombia y Ecuador
En los diferentes sectores hay un compromiso por lo digital y, aunque existen algunas barreras, son superables. La encuesta tiene datos reales y correctos, pero también hemos visto matices de grises dependiendo de cuáles son las industrias porque algunas han avanzado más rápido que otras.
Por ejemplo, en nuestro ‘core’ de negocio que es la analítica y que soporta en parte la transformación digital, encontramos inversiones y planes de ejecución, que hacen que tengamos confianza en que la transformación se está dando para convertirla en valor de negocio, impacto en el P&G vía generación de ingreso o mediante disminución de costos.
Hablando de casos de éxito, somos un país que ha irrumpido fuertemente con soluciones de domicilio a través de aplicaciones que todos usamos. Allí se rompieron unas barreras y estas compañías tienen un impacto social y económico.
En el pago de impuestos también hay avances, porque hoy hacemos unos pagos más fáciles que antes.
Entonces, si bien culturalmente hay una problemática, en costos es muy baja porque las tecnologías ‘cloud’ y ‘as a service’ permiten a las compañías tener más posibilidades, y eso se llama la democratización de la tecnología.
Germán Corredor, Presidente de MQA región andina
La transformación digital es irreversible en el contexto macro de un país y una sociedad, pero una cosa que uno debe analizar con detenimiento es cómo se está produciendo. Las empresas nuevas que están llegando con una forma diferente de hacer las cosas están generando esa transformación, aunque también hay compañías que se han montado en el bus y lo están haciendo de forma correcta.
Pero también creo que el concepto de transformación digital está amenazado porque hay muchas más empresas que están en X o Y negocio o industria, desde hace mucho tiempo, y que no han entendido el concepto.
El riesgo es que la transformación sea mal entendida y que muchos lo vean como la solución de todos aquellos problemas que tenga una organización.
Adoptar una tecnología o digitalizar no se traduce per se en cambios fundamentales. Una verdadera transformación digital arranca como lo han hecho muchas compañías nuevas, desde una transformación cultural, empresarial e incluso personal.
La transformación está amenazada porque se escucha a diario el término y las empresas seguramente van o ya están haciendo inversiones, y si eso a futuro no trae la promesa que hoy tenemos, en un tiempo vamos a estar hablando de que era un cuento bien inventado.