El sector industrial colombiano continuó contrayéndose en febrero, mes durante el cual los nuevos pedidos también volvieron a caer, arrastrando con ellos la producción y las compras de insumos. A Pesar de que algunas empresas adoptaron una actitud cautelosa en lo que respecta a la contratación de personal, en términos generales, el empleo registró un repunte marginal. Cabe anotar que este aumento se sustentó en las previsiones positivas de las condiciones futuras del sector, puesto que la confianza empresarial alcanzó su nivel más alto en la serie.
El Índice de Gestión de Compras (PMITM) del sector industrial colombiano de Davivienda, ajustado por factores estacionales, subió de 48,5 puntos en enero a 49,5 en febrero y marcó un deterioro marginal en las condiciones de la Manufactura del país. Este movimiento al alza de la cifra principal se favoreció por la débil contracción en los nuevos pedidos, la producción y las existencias, así como por el renovado incremento de los puestos de trabajo.
Los nuevos pedidos disminuyeron, afectados por la débil demanda y la intensificación de la competencia del entorno empresarial. En este sentido, las ventas cayeron por segundo mes consecutivo, si bien la contracción se moderó con respecto a la lectura de enero. De igual manera, la producción industrial presentó un ritmo de contracción más leve. Entre las empresas encuestadas que indicaron una reducción de la producción, algunas destacaron la debilidad de las ventas, la escasez de materias primas y las tareas de mantenimiento en la maquinaria.
El descenso de la producción, sumado a la debilidad de las ventas, propició una nueva contracción del volumen de compras en febrero. A pesar de ello, las compras de insumos cayeron tan solo de forma marginal y al ritmo más lento en la actual secuencia de reducción de tres meses.
Como resultado de lo anterior, los inventarios de materias primas volvieron a erosionarse describiendo el segundo ritmo de descenso más acelerado en un año. De acuerdo con los comentarios informales recabados, esto se debió a los retrasos en las entregas y a la debilidad de las compras. En este sentido, los retrasos en las entregas de insumos adquiridos fueron un factor importante que afectó los inventarios. Según los datos recabados en el marco de la encuesta, el desempeño de los proveedores se deterioró por la escasez de determinados materiales en poder de los distribuidores. Algunas empresas sugirieron incluso que los proveedores esperaron a acumular varios pedidos antes de entregarlos, con la intención de ahorrar en gastos de transporte.
En este contexto, las empresas se mostraron decididamente optimistas en relación con las perspectivas de la producción y, de
hecho, la confianza alcanzó su nivel más alto en la serie en el mes de febrero. Esta percepción positiva se derivó de las previsiones de crecimiento de las ventas, los planes de inversión, la innovación y las iniciativas de mercadeo.
Este panorama optimista, combinado con los informes que señalan un incremento de los trabajos en nuevos modelos, las iniciativas encaminadas a impulsar las ventas y los esfuerzos por cumplir con las obligaciones contractuales, se tradujo en un nuevo repunte de los puestos de trabajo. Sin embargo, la expansión general del empleo fue marginal y algunas empresas mantuvieron una actitud precavida en cuanto a las contrataciones.
En otro ámbito, la inflación de los costos de insumos disminuyó hasta su nivel más bajo en siete meses, a la vez que los precios aumentaron en menor medida que en el mes de enero. Según los informes, la apreciación del peso colombiano limitó la Inflación de los costos. Por último, los inventarios de productos finales se redujeron y la capacidad disponible permitió a las empresas completar los trabajos pendientes.