En una nueva jornada caracterizada por una tendencia alcista y un marcado aumento en la volatilidad del mercado, el dólar regresó en Colombia a niveles de $3.750,50 (precio de cierre).
El principal catalizador de este movimiento fue el dato de inflación de abril de EE.UU, cuyo índice mostró una variación del 0,8% con respecto al mes anterior y un 4,2% desde abril de 2020. Ambas lecturas fueron las más altas en más de una década.
Según un análisis de Bloomberg, el aumento de la inflación amenaza el plan del presidente Joe Biden de un vasto nuevo gasto federal en infraestructura y programas sociales, lo que se suma a las preocupaciones de los funcionarios de la Casa Blanca después de un decepcionante informe de empleos publicado el viernes de la semana pasada.
La recuperación económica de EE.UU. resulta difícil de pronosticar, advirtieron analistas, al destacar que los empleos creados en abril se situaron 730.000 por debajo de la estimación mediana en una encuesta de Bloomberg, mientras que el aumento general en el IPC casi cuadruplicó el pronóstico en consenso.
Como resultado de ello, las tasas de los títulos de la deuda del gobierno norteamericano repuntaron y ello a su vez, se tradujo en un fortalecimiento de 0,63% en el dólar a nivel global.
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La otra cara de la moneda es un debilitamiento del monedas emergentes como el peso colombiano, que registró una devaluación del 1.04% frente al dólar, en medio de una nueva jornada de protestas.
Con ello, la tasa de cambio registró un precio promedio de $3.734,3 (el máximo alcanzado en la jornada fue de $3.753), lo que equivale a un aumento de $31 en el precio promedio.
Pero, ¿cómo afecta su bolsillo este comportamiento volátil de los mercados? Además del aumento en el precio del dólar, el alza en las tasas de los bonos del Tesoro de EE.UU. provoca aumentos en las tasas de interés de los TES (la deuda de Colombia), tal vez el principal instrumento donde invierten los fondpos de pensiones y cesantías.
En marzo pasado, cuando las tasas de los bonos del Tesoro de EE.UU. a 10 años alcanzaron niveles no vistos desde antes de la pandemia (1,78%), por la eventual aparición de presiones inflacionarias, se presentaron pérdidas generalizadas en los títulos de deuda de la mayoría de países, entre ellos Colombia.
Como resultado de ello, según Asofondos, el gremio que agrupa a las cuatro administradoras de los fondos de pensiones (Colfondos, Porvenir, Protección y Skandia), los portafolios de esas entidades se desvalorizaron en $1 billón, lo que se ha visto reflejado en los extractos de los afiliados, un resultado que podría acentuarse este mes.
Lo propio ocurre con los Fondos de Inversión Colectiva, un mecanismo cada vez más utilizado por los colombianos, que cuentan con capacidad de ahorro, a pesar de la pandemia y la recesión.