Con la pandemia, las videoconferencias se convirtieron en una forma omnipresente de comunicación, tanto así que se calcula que crecieron hasta un 300%. Además, se sitúan como la segunda actividad en línea más frecuente después de revisar redes sociales, según un estudio de Deloitte del 2021.
Aunque todas las plataformas que ofrecen este servicio tuvieron un avance sin precedentes en 2020, el crecimiento de Zoom a escala global ha sido notable. En diciembre de 2019, previo a la pandemia, contaba con solo 10 millones de usuarios en el mundo; para abril de 2020, ya tenía 300 millones de usuarios, indica el portal de estadísticas Statista.
Con este contexto, la compañía ha decidido apostarle a un ecosistema que busca ofrecer no solo el software que permite a las organizaciones realizar videoconferencias, sino también equipos que integran de manera más efectiva la aplicación Zoom.
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En septiembre, Zoom invirtió 30 millones de dólares en la compañía Neat, una de sus socias en hardware y pionera en dispositivos de video. Ahora, la más reciente movida ha venido con la inversión en DTEN, una empresa que fabrica dispositivos enfocados en las videoconferencias y en la colaboración interactiva en tiempo real. Zoom apoyará a DTEN en la aceleración innovaciones de nuevos productos y servicios, con apoyo financiero y de ingeniería.
Estos anuncios van de acuerdo con el crecimiento del negocio para Zoom. Un estudio realizado por la compañía de investigación ComScore sobre audiencias digitales globales en 2020 reveló que el crecimiento de la audiencia de Zoom en ese año fue del 2.711%.
Para David Sandoval, Regional Manager de DTEN, el trabajo remoto ha encontrado en la tecnología un modelo más eficiente. “Las videoconferencias han cambiado las reglas del juego en muchos niveles diferentes”, comenta el directivo. Sandoval resalta que el 50% de los viajes de negocios y más del 30% de los días en la oficina serán historia en el mundo posterior al coronavirus. “Anteriormente teníamos que conducir 2 horas para llegar a nuestra reunión o hacer viajes entre países, desperdiciando así, horas fuera de línea para conectarse con los clientes”, menciona.
Para mejorar esa comunicación, los equipos de fácil uso, interconectables, escalables, con administración remota y de alta fidelidad son los que se imponen. Sin embargo, no han existido muchos avances en la tecnología de videoconferencia en los últimos cinco años. La funcionalidad básica, aunque increíblemente útil, se ha mantenido prácticamente igual.
Los nuevos lazos sociales en la ‘era Zoom’: el valor de la presencia
De ahí que, según mencionan expertos, la interacción entre usuarios remotos y presenciales será diferente y mucho de ello dependerá de los dispositivos que se empleen para la comunicación. Ya no solo se podrá ver y escuchar a la otra persona, sino que también se incorporarán nuevas tecnologías que permitirán otras maneras de interacción en tiempo real y más cercanas.
Existen prototipos de videoconferencia por medio de lentes de realidad virtual, que funcionan a partir del uso de un avatar para interactuar con las demás personas de forma virtual. También hay soluciones de videoconferencia en tercera dimensión, donde la ficción alcanza al presente. “La pandemia ha obligado a las personas a romper con los viejos hábitos y adoptar la ‘nueva normalidad’. Ahorra tiempo, gastos y sobre todo mejora la calidad de vida”, concluye Sandoval.